sábado, 4 de agosto de 2012

¿Tenía razón Descartes?

Por Osvaldo Bayer, desde Alemania

Lástima que el filósofo Descartes no vuelva a nacer hoy en esta Europa. Me asomo a la ventana. Veo pasar a la gente, con prisa. Me digo: no hemos aprendido nada. Anoche vi en la televisión las airadas disputas de economistas europeos, escuché la radio con críticas al titular del Banco Europeo por sus anuncios. Leo los diarios: Europa no camina, Grecia, Italia y España en sus últimas oportunidades de salvar a la economía. Dicen que la culpa la tiene Alemania. Alemania sostiene: no tenemos por qué pagar los desaciertos de los demás europeos. Discusiones, planes. Un momento, ¿y la Lógica? No, la palabra dominante no es la Lógica sino, ¿cómo salvar al euro? Cada economista tiene su plan y nadie se pone de acuerdo. Todos tienen razón y le echan la culpa al vecino. La solución para ellos es aumentar impuestos, rebajar sueldos, dejar cesantes a la gente. Nadie piensa en cambiar el sistema ni aprender de los fracasos. Pero el problema es que la gente sale a la calle. Y a la pobreza y la desocupación no se las soluciona con palos, rejas y expulsión de extranjeros...¿Que pasó con el capitalismo que iba a solucionar todos los problemas?

Alemania que es el mejor país europeo en lo económico, acaba de anunciar que el Deutsche Bank va a dejar cesantes 1900 empleados. Pensemos en ellos, en sus familias, en los años en aprender el oficio, el trabajar en una entidad que ha tenido ganancias desde su origen. Y ahora, a la calle. Además, lo irracional de todo esto es que el mismo Banco anuncia que en el último período ha tenido una ganancia de 9000 millones de euros. Pero como en el anteúltimo período tuvo una ganancia mayor, 13.000 millones de euros, entonces se decidió las cesantías de casi dos mil empleados. No hay una explicación ética para esta medida.

Porque la menor ganancia no la tienen que pagar los empleados, más cuando los altos ejecutivos ganan sueldos de fantasía. El mismo Deutsche Bank publicó que el último presidente ganaba sumas de un millón de euros por mes. No, la interpretación de la ética del capitalismo roza con lo fantástico, pero de una fantasía que alcanza la perversión. ¿Porque, qué pasa con la crisis europea? Crisis para los de abajo, no para los poderosos. Esto es absolutamente sabido. El sociólogo Walter Wüllenweber lo ha publicado en Stern con todos los datos: las fortunas multimillonarias de la clase alta en los países en crisis: Italia, Grecia, Portugal, España. Aquí algunos números que lo dicen todo. Por ejemplo, Italia tiene una deuda de 1946 miles de millones de euros, mientras que la fortuna personal del 10% de la población llega a 4152 miles de millones de euros. En España, la deuda del Estado es de 775 miles de millones de euros, mientras la fortuna privada alcanza a 2789 miles de millones.

En Alemania, la deuda estatal alcanza a 2112 miles de millones de euros y la fortuna privada se eleva nada menos que a 8236 miles de millones de euros. Más datos indiscutibles: en Italia viven 1.400.000 millonarios; en Alemania vive un millón de millonarios. ¿La solución no estaría en aplicarles un impuesto a los que tienen como fortuna más de un millón de euros y no despedir a gente de trabajo? No, eso no se toca. Y podemos decir que no hay verdadera democracia en países donde no hay trabajo para todos y al mismo tiempo hay fortunas millonarias. El principal argumento es que si se cobran impuestos a la riqueza, esos “seres humanos” se van del país a vivir a los paraísos fiscales de los ricos, donde se les cobra un impuesto muy bajo: Luxemburgo, las Bermudas, las islas del Canal de la Mancha, Suiza, Chipre, Singapur y también Austria. Se calcula que los millonarios han depositado entre 21 y 32 billones de dólares en esos paraísos sin impuestos. La organización Tax Justice Network acaba de denunciar que 21 billones es superior a lo que produce toda Europa en un año.

Los entendidos sostienen que –en Alemania– si 8% de los más ricos entregaran al Estado sólo el 8% de sus fortunas, se recogerían 230 mil millones de euros. Se señala además que Italia, España y Grecia son los países europeos donde más se practica el no pago de impuestos. Con respecto al argumento de “que si se cobran los impuestos a los ricos, éstos se van a vivir a donde no pagan impuestos”, queda desmentida por las normas que rigen en dos países: Suecia y Finlandia, donde se les cobra a las grandes fortunas fuertes impuestos y sin embargo en esos dos países hay más millonarios que en Italia.

François Hollande, ha dado un ejemplo de honestidad: comenzó con las leyes de ahorro público rebajándose su propio sueldo en un treinta por ciento. Esa actitud tendrían que tener todos los representantes gubernamentales europeos que tienen sueldos por demás altos. Además ha anunciado que se aplicará un aumento de impuestos a todas las fortunas de más de un millón de euros. Un primer paso hacia la justicia y hacia la verdadera democracia.

Otros problema no resuelto por nuestra llamada civilización es la fabricación, compra y venta de armas. En Alemania, es un tema crucial. Luego de las experiencias de las últimas guerras, sectores verdaderamente progresistas habían prometido nunca más la fabricación ni la venta de armas, en especial a los países en conflicto. Bien, ya expresamos en una contratapa anterior que Alemania se ha convertido en el tercer país del mundo que fabrica y vende armas, detrás de EEUU y Rusia. Es casi un hecho la venta de los 200 tanques Leopard al emirato árabe Katar, a pesar de la oposición férrea del partido socialdemócrata, el Partido de Izquierda y el Verde. También está aceptada la venta de 800 Leopard al reino de Arabia Saudita. Y ha tomado estado público la venta de esos tanques a Indonesia.

En ese sentido, fracasaron las conversaciones de un nuevo convenio en Naciones Unidas por el cual se prohíbe en el mundo la venta de armas a países en conflicto o en los cuales no se respeten los derechos humanos. Pero todo quedó en proyectos. El fracaso se debió a la oposición de EEUU y a la respuesta de Rusia y China de que “todavía no habían decidido su opinión”. La representante de Amnesty International dijo: “La nueva demora sólo favorece a los señores de la guerra. Mientras tanto muere cada minuto un ser humano por acción de las armas”. Alemania Federal vendió en el 2010 armas por 2119 millones de euros. Pero se dejan cesantes dos mil empleados del Deutsche Bank“ porque disminuyeron las ganancias anuales de la empresa”. Pero ante tales fracasos en países con una experiencia de siglos, con gobiernos que siguen cometiendo los mismos errores basándose en el poder del dinero, siempre hay gente que no se rinde. En forma individual o en grupos se reúnen para resolver los verdaderos problemas de los seres humanos. El ser humano no se rinde, a pesar de todo. En esto Descartes, siempre en busca del racionalismo, vería que su sabiduría no fue en vano. Es que la verdadera sabiduría racional está en el empleo de la sonrisa, la mano abierta, la bondad y no en el egoísmo que termina en la violencia.

1 comentario:

  1. La gran mentira: lo políticamente correcto. ¿Y qué es lo políticamente correcto? La democracia tal como se practica hoy en día; una democracia sin cotrol, se mire desde la prespectiva que se mire. Las enormes desigualdades tienen poco que ver con el concepto que todos tenemos sobre la democracia; no obstante, la aceptamos como "un mal menor" o "la menos mala de las formas de gobierno". Esto es completamente falso, pues existen formas de gobierno mucho mejores e infinitamente más solidarias. La "racionalidad" que se aplica a la democracia es la barbaridad de un capitalismo férreo y tremendamente cruel que, al parecer, no existe forma de abatir. ¿Quién podría convencer a 7.000 millones de seres humanos de que somos infinita mayoría y de que solo unos miles no deben quebrar nuestra voluntad de ser mejores, más libres, más coherentes, menos despiadados, menos egoístas, más solidarios...? El día que alguien sea capaz de hacer comprender al mundo entero que debemos ser nosotros quienes decidamos, apearemos a quienes de manera tan brutal nos gobiernan, y ese día, tal vez, disfrutemos una verdadera democracia. Ese día el mundo comenzará a ser justo y gobernado por representantes legítimos, lejanos al poder del dinero que en la actualidad los aúpa. Y, ¡ojo!, porque ese día, o llega pronto, o probablemente lo paguemos con la muerte de miles de millones de personas, todas ellas inocentes, por supuesto.

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