domingo, 28 de noviembre de 2010

Tolstoi: la huida del mundo

Cien años de la muerte del autor de “Anna Karenina” y “Guerra y paz” 

Todas las familias felices se parecen entre sí; pero cada familia desgraciada tiene un motivo especial para sentirse así”. Lo dice en Anna Karenina, la novela que Tolstoi terminó a los 49 años, tenía una gran familia y era considerado uno de los grandes escritores rusos. Había escrito Guerra y Paz. Años después, el 20 de noviembre de 1910, murió en una perdida estación de tren, adonde llegó después de 10 días de viaje. Huía de su familia. Retrató el universo de su época. Hijo de nobles rusos, fue criado con todo el lujo y privilegios, soldado y escritor reconocido, autor de las dos obras maestras. Tras una profunda crisis espiritual, se hizo cristiano y pacifista radical. Insatisfecho con el curso del mundo, enojado con su pasado y preguntándose cómo vivir, sus nuevas respuestas iban a contrapelo del siglo del progreso: vegetarianismo, abstinencia sexual, cristianismo anticlerical y además el acecho de fotógrafos y periodistas que acampaban en la puerta.

sábado, 27 de noviembre de 2010

El sujeto violento se venga de su infancia

El proceso de la adolescencia es un confrontación con muchas situaciones donde se encuentra expuesta la autoestima y la rivalidad con otros u otras. Cuando ha avanzado en su desarrollo sin mayores heridas previas, sin situaciones familiares o personales que generen situaciones traumáticas o derrumbes de su amor propio, o de estructuras psíquicas que regulan la moral y sus acciones, el adolescente puede soportar rivalidades, la envidia o violencia que puede generarle el otro.

En jóvenes que han tenido perturbaciones, desestabilizaciones en su vida familiar, heridas a su autoestima en edades tempranas, la violencia y el odio, que se generó antes, puede en la adolescencia convertirse en destructividad que la lleva a la violencia, sin un pensamiento regulador que mida las consecuencias de su acto. El sujeto violento se venga sin consciencia de situaciones de su infancia y su víctima representa personajes de su pasado. Su acto es parte de un delirio y el goce en su destructividad no guarda relación con la afrenta. La situación de conflicto que despertó la violencia es un disparador.

A. Rascovsky, Presidente la Asociación Psicoanalítica Argentina

Las mariposas

-Si me matan, yo sacaré mis brazos de la tumba y seré mas fuerte-
Minerva Mirabal








Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, fueron tres mujeres dominicanas, que junto a sus esposos, fueron parte activa de la lucha contra la dictadura de Trujillo. Las hemanas Mirabal, conocidas como "Las Mariposas" por ser el nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas clandestinas, perdieron sus vidas luchando por la libertad, oponiéndose firmemente contra una de las tiranías más férreas de Latinoamérica. Actitud por la que fueron perseguidas, encarceladas varias veces y finalmente brutalmente asesinadas por orden de Trujillo, el 25 de noviembre de 1960, siendo uno de los factores que provocó el asesinato del dictador, llegando la dictadura a su fin. En honor a estas valientes mujeres, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en Bogotá 1981.

¡Por malas!

Por Gemma Menas

La violencia hacia las mujeres se produce porque tradicionalmente la mujer ha sido considerada inferior y se presenta en varias manifestaciones, maltrato físico o verbal, de forma esporádica o continuada o en el asesinato  de mujeres por sus parejas, así como otras menos evidentes. Y sólo se erradicará mediante una educación que enseñe que ambos sexos son iguales en derecho y dignidad.

Y está lejos de conseguirse porque la mentalidad dominante, que subyace bajo la mayoría de películas, canciones, novelas, publicidad, programas de tv, artículos de opinión. sigue siendo machista. Esa mentalidad es la que permite que se publique un artículo en el Diari de Girona en el que el autor justifica a Polanski con el argumento de que "quien más, quien menos, todos hemos intentado emborrachar a una niña para aprovecharnos de ella". Esa mentalidad es la que permite que Enrique Lynch, en su artículo Revanchismo de género (sic), interprete de forma delirante una campaña a favor de la igualdad entre sexos y nos prevenga que, de seguir con nuestras reivindicaciones, vamos a continuar siendo asesinadas.

¡Por malas!


jueves, 18 de noviembre de 2010

Historias de Cronopios y de Famas

Julio Cortázar 

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Celebración de la fantasía

La fantasía, ¿huye o anuncia? ¿Es desertora o profeta? El delirio, que niega la realidad que conocemos, ¿no presiente la realidad que necesitamos? ¿No serán los sueños más realistas que las vigilias?

Por Eduardo Galeano

Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca de Cuzco. Yo me había desprendido de un grupo de turistas, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. Yo tenía una sola lapicera, y la estaba usando en no sé qué aburridas anotaciones de arqueología, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en el dorso de la mano. Y súbitamente corrió la voz, y de pronto me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitos cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería una cabra y quien una cobra, otros preferían pájaros, pájaros de alto vuelo o de lindo cantar, loritos conversadores, lechuzas asustadoras, y no faltaban los que pedían el dibujo de un dragón o de un fantasma.

Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba más de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca.

—Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima —dijo.
—¿Y anda bien? —le pregunté.
—Atrasa un poco —dijo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

No sé, me importa un pito

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Esta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¡María Luisa era una verdadera pluma!. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre nubes... pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?. Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Oliverio Girondo: la irreverencia en la poesía. Poeta argentino, nació en Buenos Aires en 1891, estudió abogacía pero no ejerció, viajó mucho. "La poesía de Girondo es una aventura verbal que se desencaja, zigzaguea y camina por la soga de la irreverencia”, dice Daniel Freidemberg en el prólogo de Noche Tótem, donde se recogen textos de varios de sus libros.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El dolor propio

Por Rosa Montero

Estoy en Argentina, país que amo, en plena resaca mortuoria por Kirchner. Desconfío de las multitudes emborrachadas de sentimientos y me asustan esos paroxismos colectivos que hacen que tu criterio individual desaparezca sumergido en la masa. Diversos experimentos científicos han demostrado que el ser humano prescinde con temible facilidad de su responsabilidad moral si se siente amparado por la muchedumbre. De hecho, ese es el principio que desencadena los linchamientos. Además, la horda enardecida y unánime posee un atractivo venenoso al que nadie es inmune; por ejemplo, los grandiosos desfiles del nazismo eran de una belleza contagiosa, como demostró la cineasta Leni Riefenstahl. Quiero decir que, de primeras, la marea necrófila que vive Argentina me resultó inquietante.

Y, sin embargo... Recuerdo otro pantano emocional parecido, la muerte de Lady Di. Y recuerdo lo que me dijo al respecto la premio Nobel Doris Lessing: "Sí, al principio la exagerada respuesta popular me resultó falsa y desagradable, hasta que me di cuenta de que en realidad todo el mundo está muy necesitado de llorar". Cierto: nuestra sociedad vive de espaldas a la muerte y hemos perdido para siempre los viejos ritos sociales funerarios. En 1987 cubrí como periodista el naufragio de un pesquero gaditano: de sus 12 tripulantes fallecieron 10. La llegada de los cadáveres al pequeño pueblo del que procedían me dejó boquiabierta: todos los vecinos en la calle, sollozos, alaridos, abrazos, plañideras, mujeres repartiendo tazones de caldo con humeantes ollas. Todo tan excesivo pero también, seguramente, tan consolador: fue una muestra última de los antiguos duelos.

Hoy, ya no sabemos compartir nuestras penas. Por eso necesitamos una excusa ajena con la que poder llorar en común el dolor propio.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Buenos Aires y su música


Por Juan Cruz, periodista español.

Noviembre, 2010. Llegué ayer de madrugada a Buenos Aires, un otoño más que aquí es primavera. Hermosa ciudad que parece una casa. Jet lag salvaje; en el avión no pude dormir, acabé rendido ante la evidencia de que los años te pasan al final una factura maldita, que has de pagar con sueño y el sueño llegó. Durante el día estuve haciendo cosas diversas, propias de mi oficio, pero también del oficio de vivir, pues compré rosas rojas para un cumpleaños en una floristería que nació en 1916 y me cortaron el pelo en una barbería unisex del barrio de La Recoleta, un sitio muy chico que me pareció abigarrado pero profesional. En la floristería, que se llama Armando, le hablé a la muchacha que atendía sobre la edad del negocio, y ella me dijo que entonces, en 1916, ella no estaba allí. "Hubiera sido Dorian Grey". Y se me ocurrió que en pocos sitios como en Buenos Aires alguien te haría esa referencia literaria de mañana en una floristería. Luego estuve con periodistas, en esta ciudad de tan buenos periodistas. Hablando con ellos llegué a la conclusión de que lo que acaba de suceder en Argentina, a raíz de la muerte de Néstor Kirchner y las consecuencias sociológicas, políticas, culturales e incluso económicas que está teniendo ese fallecimiento del marido de la presidenta, está en la raíz genética del carácter que la historia le ha ido formando a los argentinos. ¿Una fatalidad? No, una condición. ¿Cómo resultará el porvenir a partir de estos hechos? La música que define mejor el ánimo de este país es el tango, sin duda; entre los tangos, mi preferido, es Sus ojos se cerraron. Siempre hay razones en este país para escuchar ese tango, y ayer lo tuve en mi cabeza todo el día, como si la música me fuera explicando también el ánimo que sentía por las calles. Cuando me fui supe, porque las ciudades tienen música.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Roger Casement: El sueño del celta

Novela del escritor  peruano Mario Vargas Llosa

Describe a Roger Casement, irlandés de familia pro británica que termina participando en el nacionalismo irlandés. Cónsul británico en el Congo y en Brasil y el europeo que con mayor precisión y coraje reveló al mundo las atrocidades cometidas por las potencias europeas en África y América Latina, combatiendo el despojo y crímenes del colonialismo.

En 1885, catorce países, se reunieron en Berlín para repartirse África. Se decidió regalar el Estado Libre del Congo -más de dos millones de kilómetros cuadrados de tierra rica en caucho- a Leopoldo II, rey de los belgas, un hombre que se había vendido como redentor de un país al que pretendía sacar del atraso usando la fórmula: cristianismo, civilización y comercio. Casement fue al Africa convencido de que Europa llevaba civilización y que el comercio sería el instrumento de modernización de las tribus. Se encontró con el horror del Imperialismo, un mundo sin ley, en lo que se organizaba todo por la codicia y crueldades que se derivaban de todo ello. Habían ido allí muchas personas educadas, civilizadas, creyentes que en la impunidad en que vivían se fueron convirtiendo en monstruos.

El mérito de Casement fue documentarlo con lujo de detalles e iniciado campañas para abrir los ojos de los europeos, informes sobre los estragos, acusaciones contundentes por el rigor de los hechos relatados, "Se cortan las orejas, las manos, las narices, los pies de los africanos que no traen los cupos de caucho que se les encarga".

Así se inició el proceso que lo terminó convirtiendo en héroe del nacionalismo irlandés y ahorcado por los británicos por traidor. “Una de las enseñanzas que significó la vida de Casement y su obra es que cuando desaparece toda forma de legalidad y se restablece la ley del más fuerte, se instauran la barbarie, el salvajismo y extremos de crueldad” explicó Vargas Llosa, que viajó al Congo y a Irlanda. El momento más terrible en el Congo fue en un campo de refugiados, donde había millares de personas “sin fuerza ni para espantarse las moscas”, un médico dijo “Lo peor son las violaciones, convertidas en el principal instrumento de las guerras. Violan como forma de humillar al adversario”.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Carta de Julio Cortázar a Alejandra Pizarnik

París, 14 de julio (ALLONS, ENFANTS DE lA PATRlE,..) de 1965

Alejandrísima:

No estés enojada conmigo por este largo silencio. También los silencios atan, y yo he visto más de cuatro paquetes de masitas atados con hilo negro; basta desmoronar el moñito para que aparezcan los merengues, relámpagos y religiosas, sin contar los horribles (3 ft., 25 100 gr). Cosas así todos los días.

Bicho lejano, la semana pasada fuimos a Montmachoux a cenar con Laure y Philippe, y todo el mundo habló tanto de vos que yo traje otra silla y la puse por las dudas. Gracias a mi sistema de espionaje me he enterado también de que las socias del Club de las Piantadas9 se reúnen en los cafés para acordarse de su amiguita de la calle Montesdeoka. Tu popularidad secreta (sic) puebla las terrazas del barrio latino. Hay un pintor que firma Piza; otro, Arnik. Hay un cocktail que se llama Alexandra. Un infame plagiario llamado Hesíodo ha publicado un libro que se titula "Los trabajos y los días". En el patio de casa, debajo de la pawlownia, juega una gatita negra que imita tu manera de abrir grandes los ojos. Ya ves que no te pudiste ir. [...]

Me dolió tu libro, es tan tuyo, sos tan vos en cada línea, tan reticentemente clara, tan por debajo y por adentro. ¿Conocés el sistema que consiste en hojear un libro e ir citando versos o pasajes, con algún comentario o elogio o censura? A mí no me gusta. Pero te voy a decir: lo que siento es lo mismo que frente a algunos (pocos) cuadros o dibujos surrealistas: que estoy del otro lado por un segundo, que me han hecho pasar, que soy vos, que estoy colgando de la punta de la tela como una de esas arañas rojas que hay en la Provenza y que tienen, parece, alianza con el Oscuro. Ahora sé (ya sabía, pero ahora lo sé de alguien que está vivo, cuya mejilla he besado alguna vez) que todo o casi todo puede ser dicho en muy pocas palabras. Cada poema tuyo es el cubo de una inmensa rueda. Otros hacen la rueda entera, y hay que ver cómo se atasca en las cunetas; vos dejás que la rueda sea otra cosa, algo que unos pocos ven dibujarse mucho más allá de la página.  [...]

No me guardes rencor (¿cómo podrías? ¡Imposible!) y escribíme. Mi silencio, diría Binetti, es una operación cósmica por la cual las begonias se convierten en miel. Pero ahora que lo pienso nunca vi una abeja en una begonia, seguro que les repugna.

Te quiero mucho,
Julio

de “Palabra de autor”, Cartas de Julio Cortázar,
Alfaguara, 2004

Julio y Alejandra se conocieron en 1960, año en que la escritora argentina viajó a París, desde entonces se hizo evidente entre ellos una afinidad exquisita, donde él admiraba la brillantez de Alejandra. Así llevaron adelante una amistad que duraría hasta la temprana y trágica muerte de ella. A los dos les unía la pasión por los poetas malditos, Janis Joplin, Sade y Lautreámont. Ninguno de los dos se deja contener en la huella de Borges, y su exploración por las barreras de lo perverso y lo irracional, tiene que ver con una suerte de insubordinación con respecto a la estética de los círculos oficiales en aquel tiempo. Los dos lucharon cuerpo a cuerpo con las palabras, y se dejaron el alma en ellas, una sublevación permanente late en los escritos de ambos. Julio, conocía la peligrosa manera de abandonarse a las circunstancias de Pizarnik y por esta razón le escribe una carta con los regaños mas entrañables que ella recibiría: 

París, 9 de septiembre de 1971

Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estás ya de regreso en tu casa. Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte. Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya.

Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y además no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo. El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos, hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial, queridísima. Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra. Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo.

Julio

Sin embargo, después de que le dieran un permiso para salir del psiquiátrico, ella aprovecharía para tomarse unas 50 pastillas de Seconal, suicidándose a sus 36 años.

Dilma, abusou

Brasil acaba de elegir a la primera mujer presidenta de su historia. Dilma Rousseff, la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores arrasó en las urnas. En su discurso de la victoria dijo "mi primer compromiso es honrar a las mujeres brasileñas para que esto que ocurre por primera vez se transforme en un evento natural, al ampliar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Me gustaría que todos los padres miren a sus niñas a los ojos y les digan ‘sí, una mujer puede". 

Lula que deja la presidencia como el líder más popular de la historia de Brasil, promovió su candidatura, derramando simpatías masivas sobre Dilma. A Lula, político sensible al gusto popular le gusta usar metáforas futboleras para explicar sus movidas políticas. Una frases es: “Time que ganha nao se mexe”, equipo que gana no se toca. Más allá del cambio obligado de Lula por Dilma, el pueblo brasileño no dudó en mandar al mismo equipo a la cancha. Los ojos de todo el país están puestos en Dilma y en su capacidad para resolver los desafíos que enfrentará. Pra frente, Brasil.