martes, 25 de febrero de 2014

Robert Capa: el color de la posguerra


Como parte de los homenajes por el centenario del maestro del fotoperiodismo, el Centro Internacional de Fotografía exhibe por primera vez el trabajo que Capa realizó con película a color, entre 1940 y 1954, de corte experimental y como alternativa para tiempos de paz


Jóvenes visitantes esperan para entrar a ver la tumba de Lenin en la Plaza Roja de Moscú, 1947. © Robert Capa/International Center of Photography/Magnum Photos

Durante 2013, año del centenario de Robert Capa, varias retrospectivas y muestras se programaron en su homenaje. Sus imágenes bélicas en blanco y negro del miliciano español, del desembarco en Normandía y las escenas cotidianas en las calles de Stalingrado, dieron la vuelta al mundo, de Roma a Seoul y de Tokio a Budapest. Desde enero, el Centro Internacional de Fotografía (ICP) con sede en Nueva York presenta por primera vez el trabajo que el 'padre del fotoperiodismo moderno', realizó con película en color. Capa in Color, exhibida hasta el 4 de mayo, revela los trabajos que fotógrafo húngaro hizo para varias revistas de la época, pero también algunas que nunca se habían visto o estudiado antes.

Capa utilizó regularmente película a color desde 1941 hasta su muerte en 1954. La muestra, con más de 100 copias, publicaciones relacionadas y documentos personales, revela un aspecto nuevo y fascinante de la obra a color de este maestro de la fotografía. "El talento de Capa con la película en blanco y negro fue extraordinario, por eso usar el color a la mitad de su carrera fue como comenzar una nueva disciplina, pero también le abrió oportunidades", explicó Cynthia Young, la curadora. "La exposición muestra también cómo Capa se reinventa a sí mismo como fotógrafo durante los años en que no está cubriendo la guerra y los conflictos políticos. El trabajo con color fue importante a la hora de mantener la agencia Magnum a flote, porque las revistas querían más color en la posguerra".

domingo, 16 de febrero de 2014

Argentina: un país del futuro atrapado en el pasado


Hace un siglo, cuando Harrods decidió instalar su primer emporio en el extranjero, eligió Buenos Aires. En 1914, la Argentina se destacó como el país del futuro. Su economía había crecido más rápido que la de Estados Unidos durante las cuatro décadas previas.
Su PBI per cápita era más alto que el de Alemania, Francia o Italia. Se jactaba maravillosamente de sus fértiles tierras para agricultura, su clima soleado, una nueva democracia (el sufragio universal masculino fue introducido en 1912), una población educada y el baile más erótico del mundo. Los inmigrantes bailaban tango fueran de donde fueran. Para los jóvenes y ambiciosos, la elección entre la Argentina y California era difícil.
Todavía hay muchas cosas para amar sobre la Argentina, desde las gloriosas tierras desoladas de la Patagonia al mejor jugador de fútbol del mundo, Lionel Messi. Los argentinos siguen siendo los más lindos del planeta. Pero su país es una ruina. Harrods cerró en 1998. La Argentina está otra vez en el centro de una crisis de los mercados emergentes. Esto puede ser atribuido a la incompetencia de la presidenta, Cristina Fernández, pero ella es sólo la última en una sucesión de populistas económicamente analfabetos, que llega hasta Juan y Eva (Evita) Perón, y antes. Olvídense de competir con los alemanes. Los chilenos y los uruguayos, los países locales a los cuales la Argentina solía mirar desde arriba, son ahora más ricos. A los chicos de esos dos países -y de Brasil y México también- les va mejor en las pruebas internacionales.

sábado, 15 de febrero de 2014

Los pañuelos son otra cosa

Ricardo Roa

La frase, maradoniana, es un ejemplo de lo que ocurre todos los días. “Los pañuelos no se manchan”, tuiteó Abel Fatala, el funcionario de De Vido que tenía que controlar la montaña de plata que el Gobierno le dio a la Fundación de las Madres para construir viviendas. El emprendimiento de los Sueños Compartidos que terminaron en una pesadilla de dinero sucio y conexiones oscuras.

¿Por qué la reacción de Fatala? Por el fuerte informe de la Auditoría General de la Nación, que confirmó la multimillonaria estafa de Sergio Schoklender y además las coimas a funcionarios, uno de los cuales sería de su más cercano entorno.
Lo que mejor que sabe hacer el Gobierno es victimizarse.

Fatala echa mano a los pañuelos como si quisiera refugiarse en los que las Madres usaron y usan para denunciar las desapariciones durante la dictadura. Si la Justicia prueba la corrupción y la complicidad oficial, el que va a estar manchado será él. Acá no está en juicio la historia valiente de las Madres ni la lucha por los derechos humanos sino una maniobra delictiva hecha con plata del Estado. Se trata de una estafa con fondos públicos: el propio Gobierno es protagonista central del escándalo y tiene la obligación de investigar tanto como la Justicia.

Nadie le ha hecho más daño a la causa de las Madres que Schoklender. También le ha hecho daño el Gobierno con la cooptación: subsidios a cambio de alineamiento político.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Acoso sexual callejero

El acoso callejero es una forma de violencia. Puede ser verbal, a veces se acompaña con la mirada, los gestos, puede ser en voz alta como para ser escuchados como manifestación de hombría en el entorno o como un susurro, alguien que puede estar muy cerca y hacerte algo. Se trata de una amenaza velada aunque no se concrete. Causa temor, rechazo, asco, vergüenza, impotencia. A veces llegan a atemorizar, agredir y lastimar a sus destinatarias. Desde hace algunos años empezó a surgir un movimiento internacional, en distintas ciudades del mundo, contra comentarios libidinosos de ese tenor, pronunciados generalmente por varones en la vía pública.

Atrévete o Hollaback promueve la recuperación del espacio público y proclama el derecho a su uso libre de acoso en cualquiera de sus formas. Buenos Aires se sumó a esta iniciativa que busca combatir el “acoso verbal callejero”, por considerar a los piropos libidinosos y lascivos como “violencia invisible” hacia las mujeres. “No todas las mujeres los percibimos como un halago o algo positivo, sino que muchas los experimentamos como un acto agresivo y desagradable”, dice María Tidball Binz, gestora de http://buenosaires.ihollaback.org donde promueve reaccionar ante lo que define como otra forma de violencia de género. El acoso callejero es una de las formas de violencia más naturalizadas¡Cómo vamos a ofendernos si nos dicen “piropos” por la calle! Lo mínimo que recibiremos por semejante reacción es el insulto de un varón ofendido. Y quien contesta recibe respuestas como ésta:

Encima que te digo que sos linda te enojás, loca!
¿Sabés qué pasa?, yo no te pedí tu opinión, campeón.
- Loca… Já.

Circula un video que intenta concientizar a los hombres, ya que invierte los roles y muestra a un varón transitar bajo la mirada e insinuaciones de las mujeres con las que se cruza. 


                      

domingo, 9 de febrero de 2014

A ver si logra usted ser un poco menos bestia

La cortesía, hoy poco frecuente, es un triunfo de la civilización sobre la barbarie. 

Por Fernando Savater, ensayista y filósofo español

La única plaga de la conducta humana aún peor que la sinceridad a ultranza es la espontaneidad sin afeites en el trato.
Nada bueno presagia que alguien nos amenace con un arrollador “si quieres que te sea sincero…”.
Pero cuando se nos viene encima uno muy “natural”, que “no se anda con zalamerías ni cortesías” ha llegado la hora de huir sin miedo al ridículo, porque estamos en peligro inminente. Ambos dañinos hábitos, sinceridad y ausencia de modales, suelen darse juntos en el comportamiento de los niños. Como botón de muestra, aquel infante que increpa a la hermana de su mamá: “¡Qué fea eres, tía Eduviges!” La madre protesta: “¡Pero cómo te atreves a decirle semejante cosa! ¡Dile que lo sientes mucho!”. Y el pequeño pecador redondea: “Siento mucho que seas tan fea, tía Eduviges”. Comportamientos sinceros y espontáneos de la niñez: toda la buena educación es una brega denodada y a veces incomprendida para intentar erradicarlos.

viernes, 7 de febrero de 2014

La militarización democrática

Raúl Zibechi
 
El reciente informe de Oxfam Gobernar para las élites muestra con datos fehacientes que la democracia fue secuestrada por el uno por ciento para ensanchar y sostener la desigualdad. Confirma que la tendencia más importante que vive el mundo en este periodo de creciente caos es hacia la concentración de poder y, por tanto, de riqueza. El informe señala que casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de uno por ciento de la población, que se ha beneficiado de casi la totalidad del crecimiento económico posterior a la crisis. Acierta Oxfam al vincular el crecimiento de la desigualdad a la apropiación de los procesos democráticos por parte de las élites económicas. Acierta también al advertir que la concentración de la riqueza erosiona la gobernabilidad, destruye la cohesión social y aumenta el riesgo de ruptura social.

Los ecos del grito de Trosky

A los traidores de la historia. A los grandes y pequeños; a los vocacionales y advenedizos; a los que no pudieron desprenderse de su mala conciencia y, a los que no lo fueron porque no tuvieron la oportunidad

El hombre que amaba a los perros, es un novela histórica del escritor cubano Leonardo Padura, con hechos reales y ficción que trata sobre el exilio de Liev Davídovich -Trotsky-, que culmina con su asesinato en  manos de Ramón Mercader, comunista catalán, combatiente republicano de la guerra civil española, que fue entrenado por el servicio secreto ruso. La novela es un fiel reflejo del contexto social y político del momento y recorre hechos cruciales del siglo XX, desde la Unión Soviética  a la Guerra Civil española, la II Guerra Mundial y la revolución cubana, en un sueño deformado por el aparato stalinista y las disputas internas de poder. Aunque la Revolución Rusa, más que un sueño de justicia e igualdad, fue el gran acontecimiento del siglo, revolución traicionada por la burocracia de funcionarios, siendo esto posible por el aislamiento internacional y el triunfo del facismo en Alemania. Padura cree que en el fondo Mercader, quien falleció en Cuba en 1978, también fue una víctima, fue un hombre que obedeció y su obediencia lo llevó a ejecutar un crimen brutal y cobarde. No le sirvió de nada, porque lo destinaron al ostracismo, primero en Moscú y luego en Cuba, viviendo con otra identidad. El grito de rabia y dolor del creador del Ejército Rojo, que llenaría de pesadillas los sueños de Mercader hasta su muerte, fue el grito de la revolución traicionada, uno de los experimentos políticos más ambiciosos de la historia, que en 1917 fue la esperanza de millones de trabajadores en todo el mundo. El libro trata sobre la pasión, el miedo y el dolor pero sobre todo sobre la desilusión por la gran utopía perdida. Sin utopías no se puede soñar ni avanzar. Hay una anécdota que ilustra qué es una utopía y por qué es necesaria: un estudiante le preguntó a un director de cine, para qué servían las utopías y él le contestó: “la utopía siempre está lejos de ti, cuando avanzas en su búsqueda, la utopía se aleja, si avanzas diez pasos ella se aleja diez pasos, si crees acercarte, ella se aleja más, entonces…¿Para qué sirven las utopías? Pues sirven para eso, sirven para caminar”.

domingo, 2 de febrero de 2014

"No te cases con una chica a la que le gusta viajar"

Adi, es una bloggera que le gusta recorrer el mundo y advierte en su Blog los peligros de invitarla a salir.

Ella es la del pelo desordenado, descuidado, pintado por el sol. Su piel está lejos de la piel blanca que era antes. Ni siquiera besada por el sol. Está quemada con muchas líneas de bronceo, heridas y picadas aquí y allá. Pero por cada defecto en su piel, hay una interesante historia por contar.

No salgas con una chica que viaja. Es tan difícil de complacer. La usual cita y película en el centro comercial la aburrirá hasta la muerte. Su alma quiere nuevas experiencias y aventuras. No se impresionará con tu carro nuevo o tu reloj costoso. Ella preferiría escalar una roca o saltar de un avión que oírte fanfarronear de estos. 

No salgas con una chica que viaja porque ella te estará insistiendo en reservar un asiento de avión, cada vez que hay una aerolínea con rebajas. No saldrá de fiesta a Republiq. Y nunca pagará más de $100 en Avivii, porque sabe que un fin de semana de fiesta equivale a una semana en un lugar más emocionante.

Lo más probable es que no tiene un trabajo, o se rehusa a trabajar. O quizás, está soñando despierta con renunciar. Ella no quiere seguir trabajando por los sueños de otros. Ella tiene su propio sueño y está trabajando para conseguirlo. Es una freelance. Hace dinero diseñando, escribiendo, tomado fotos o haciendo algo que requiere creatividad e imaginación. No pierdas tu tiempo quejándote de tu aburrido trabajo.