domingo, 20 de enero de 2013

La conexión argentina en el escándalo de España


Desde fines de los 70 hasta acá, los gobiernos de la dictadura, el menemismo y las gestiones actuales se vieron comprometidos con una gigantesca inversión española en Salta: la finca La Moraleja. Es una estancia de más de 30.000 hectáreas, una de las mayores productoras de limones del mundo. Allí justamente buscan el dinero de la corrupción política que hoy escandaliza a España. No es la primera vez: hace 10 años, ya rastrearon hasta esa misma estancia millones de euros sospechados.

La tierra fue comprada en 1978 por la empresa que preside Angel Sanchís, ex tesorero del PP español. Y amigo de Bárcenas, hoy investigado por pagos bajo la mesa. Unos 22 millones de euros que estuvieron depositados en Suiza a su nombre se pierden, según la policía española, en la ruta hacia La Moraleja. Bárcenas, ante banqueros, dijo ser uno de los dueños de la compañía que preside Sanchís, señaló la prensa española.

La Moraleja tiene una superficie de 30.000 hectáreas. Otras fuentes, sin embargo, señalan que en Salta la empresa maneja un total de 70.000 hectáreas. Allí trabajan 1.700 personas. Siembran 15.000 hectáreas de maíz, soja y otros granos. Tienen 50 hectáreas de invernaderos para hortalizas: dominan el mercado de melones. Poseen 2.500 hectáreas de cítricos, sobre todo limones. Así, están rankeados como los 6º productores de limón del país, cuando la Argentina hace el 20% de la cosecha mundial de esa fruta.

Una inversión de ese monto, claro, contó con apoyos políticos locales. En el gobierno de la dictadura, el gobernador de facto Roberto Ulloa avaló la compra de la tierra, dicen en Salta. El gobierno del menemista Juan Carlos Romero fue el encargado de asfaltar la ruta 5, que atraviesa la gigantesca finca, desde Las Lajitas a Orán. En agosto de 2011, el actual mandatario salteño, Juan Manuel Urtubey, firmó la prórroga de la promoción industrial para la compañía. Poco antes, en mayo de ese año, La Moraleja empezó a hacer público un proyecto que los llevaría a los despachos de la administración Kirchner.

En mayo de 2011, La Moraleja anunció que en 10 años invertiría US$ 50 millones en una represa y sistemas de riego para duplicar la superficie plantada con limones. En ese momento dijeron que la compañía procesaba 1.000 toneladas de limones diarios. “Pero les está costando conseguir el dinero para financiarlo”, dicen hoy en Salta. Buscando apoyo del gobierno nacional para encarar esa inversión, el propio Angel Sanchís llegó al despacho de la ministra de Industria Débora Giorgi en febrero del año pasado, acompañado por Urtubey. “Fue con su esposa, son unos viejitos muy simpáticos”, contó un testigo. Es que Sanchís ya no maneja el día a día de su empresa: lo hace uno de sus hijos, llamado Angel, dicen quienes los tratan. Las mismas fuentes cuentan que una hija de Sanchís está en Brasil al frente de plantaciones de teca, una madera dura que venden a la fabricante de muebles IKEA.

“Los US$ 50 millones no aparecieron y las obras no empezaron”, dicen hoy en Salta. Sin embargo, en España hoy dan cuenta de la posibilidad de que el dinero negro que manejaba Bárcenas haya terminado justamente en ese destino. Una fuente salteña muy calificada agregó un dato en ese sentido: “la compañía había hipotecado parte de sus tierras, y en los últimos tiempos logró cancelar esos créditos, como si hubieran recibido un aporte de dinero fresco”. Bárcenas, el ex hombre fuerte del PP, no precisó si sus millones fueron a la hipoteca, la represa o qué destino. Sólo dijo a sus banqueros que invertiría en La Moraleja y en “maderas exóticas” en Brasil, justamente el otro negocio sudamericano de Sarchís.

Volviendo a la Argentina, empresarios del sector de los limones destacan que el negocio de esa fruta está íntimamente ligado a España. “Es que allí producen la fruta entre agosto y febrero, y nuestra cosecha va de marzo a setiembre”, dijo un ejecutivo del sector. “Cuando ellos no tienen cítricos, venden en toda España la fruta argentina. Es lógico que empresarios españoles se radiquen acá”. Es que Argentina es el principal productor de limones del mundo, pero España también está en el ranking de los más grandes. Y precisamente siendo nuestro país el principal productor de limón del planeta, enfrenta dificultades para vender en los Estados Unidos. Por esa razón, la presidenta Cristina Kirchner presentó a principos de diciembre una denuncia ante la Organización Mundial de Comercio. Denuncia que La Moraleja debe haber celebrado con creces, ya que implicaría ampliar sus mercados.

Pese a las dificultades de vender a los EE.UU., La Moraleja no tiene problemas con las empresas de ese país. De hecho, uno de los principales activos de la compañía es un contrato a 20 años con Coca Cola para proveerle jugo de limón para sus gaseosas. Que una decisión de Cristina los beneficie, por otro lado, no quiere decir que tengan todo resuelto con el Gobierno nacional: el año pasado se quejaban de que tenían máquinas trabadas en la Aduana por la gestión de Guillermo Moreno. En 2012, la empresa presentó una nueva iniciativa. la construcción de un parque industrial dentro de su finca, con una superficie de 820 hectáreas. Dijeron que ya había una planta de petróleo y otra de alcohol a base de maíz interesadas en radicarse allí. También hablaron con Giorgi de esta idea.

La búsqueda que emprende ahora la policía española, siguiendo la ruta de los millones de Bárcenas, no es, sin embargo, la primera. Hace justo una década, la prensa española denunció que Sanchís había tomado un préstamo de US$ 18 millones del Instituto de Crédito Oficial de España y que nunca los había pagado. El destino de ese crédito, claro, era la producción de limones en La Moraleja. Son los círculos de la historia.

Fuente: Marcelo Canton, Clarín

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