Juan Carlos Algañaraz, desde Madrid
Las consecuencias humanas de la legión de desocupados en España se
agravan cada día teniendo en cuenta que el paso del tiempo de la crisis
–seis años ya– multiplica las situaciones más dramáticas. Estos son los
datos que ha revelado el Observatorio de la Cadena SER, la
principal organización radiofónica privada de España. La depresión, el abandono familiar y aún el tráfico de drogas son la cara oculta de un flagelo que golpea sin piedad a los españoles. Se informó oficialmente que el desempleo ha llegado al récord
histórico cercano a los seis millones de parados, el 26% de la
población activa. Por el “efecto desánimo” han abandonado la idea de
buscar empleo 521.300 desocupados, según la Encuesta de Población
Activa.
Tres millones de personas –la mitad del total de desocupados– están dominados por una depresión que se transmite a la familia. Por ejemplo, en 1,8 millones de familias todos sus integrantes están sin empleo. ¿De qué viven? De la ayuda familiar los que pueden; de las organizaciones que gestionan entregas de alimentos, muchos más. El 40% de los desempleados tienen dificultades para dormir, han perdido la confianza en sí mismos, cuidan menos de su aspecto físico y mantienen relaciones cada vez más tensas con sus familias.
Tres millones de personas –la mitad del total de desocupados– están dominados por una depresión que se transmite a la familia. Por ejemplo, en 1,8 millones de familias todos sus integrantes están sin empleo. ¿De qué viven? De la ayuda familiar los que pueden; de las organizaciones que gestionan entregas de alimentos, muchos más. El 40% de los desempleados tienen dificultades para dormir, han perdido la confianza en sí mismos, cuidan menos de su aspecto físico y mantienen relaciones cada vez más tensas con sus familias.
El 25% de los
desocupados abandonan su hogar, el 49% ha cambiado de domicilio por otro
más barato y el 44% ha vuelto con sus familias o viven en casa de
amigos. El 7% ha perdido su casa al ser desahuciado por no pagar sus deudas hipotecarias, lo que ha provocado una ola de suicidios. Una
cuarta parte de los desempleados pospone decisiones personales tan
importantes como formar una pareja o tener hijos. Las pautas de consumo
empeoraron. El 26% de los desempleados intercambia ahora productos
que antes compraba, el 14% ha dejado de comer carne o pescado y el 10%
ha vendido su coche.
Completamente dominados por la desesperanza, hay 930.200 jóvenes con una tasa de desocupación del 55%. Para muchos la única esperanza es la emigración. Se extiende como una plaga la “pobreza energética”: es decir, el 10% de las familias padece frío este invierno porque no puede calentar sus hogares. La Cruz Roja ha publicado un aviso señalando que “la bajada de temperaturas, el encarecimiento de la energía, la antigüedad del parque de viviendas y la reducción de los ingresos, ayudas y subsidios, agravan alarmantemente la pobreza energética, es decir, la incapacidad de un hogar de mantener su vivienda con una temperatura de entre 18 y 20 grados en invierno y de 25 en verano”.
El ministerio de Agricultura informó que el
consumo de alimentos se contrajo en los últimos meses del año pasado. La
tendencia continúa, según el Banco de España. El gasto por
persona baja por tres meses consecutivos. Los supermercados y
comercios de barrio disminuyen los precios y ofrecen productos de menor
calidad. Eso ayuda pero no alcanza. Carne, pescado y embutidos se ven
reemplazados en aquellos casos de quienes disponen de menos dinero por
pastas, arroz, los
fiambres más baratos.
Otra de las consecuencias de la crisis es que está llevando a más gente a traficar con drogas, según ha detectado la policía en el aeropuerto El Prat de Barcelona,
donde en 2012 fue detenido el doble de personas que el año anterior por
este motivo. Se trata de personas que viajan a países productores de
cocaína y que intentan volver a España con el cargamento adosado al
cuerpo. De acuerdo con la policía, la crisis está haciendo que la gente
arriesgue más y trafique con droga. “Sobre todo a la vuelta de las
vacaciones las noticias sobre la economía empeoraron y en septiembre
entró en vigor además la subida del IVA, que en muchos productos de
alimentación pasó del 7% al 10%”, proclama el experto Javier Vello.
Nota del autor del blog: Nada nuevo bajo el sol, las consecuencias de las malas políticas, la vimos en Argentina y hasta hoy están sus consecuencias. Es lo que llamo una guerra silenciosa, donde las víctimas se vuelven invisibles y parecen meros problemas individuales.
parece a Cuba.
ResponderEliminarVerdaderamente,es lamentable lo que esta sucediendo en España.Pero lo mas triste es que este panorama no cambiara mientras no ocurra un cambio revolucionario.Desgraciadamente esto se hara mediante la violencia,como lo enseña la Historia.
ResponderEliminarEs el momento de organizar caceroladas PPeriódicas ante las sedes del PPartido en el Gobierno, para PProtestar contra la crisis que no sabe cómo atajar. Vamos de mal en PPeor. Sólo dan PPalos de ciego sin más resultados que PPobreza y miseria.
ResponderEliminarNo es cuestión de un único partido político. No tenemos políticos honestos y con conocimientos, pero si el único presidente con un segundo idioma ha sido Felipe González desde la dictadura, es lamentable ver a nuestros políticos con el traductor adosado en las reuniones internacionales, como van así ha desarrollar relaciones personales con otros mandatarios que nos puedan ayudar en negociaciones con la UE por ejemplo. Nos timaron con la entrada en el euro, la quiebra del SME donde los especuladores atacaron como lobos la peseta ya lo demostró. Ahora gracias a nuestros grandes líderes, estamos en Europa sin toda la industria que nos obligaron a cerrar, toda la agricultura que se elimino, como un país de tomates, turismo, fabricas de coches de multinacionales en las que se vive con el alma en vilo en cada cambio de modelo, sueldos españoles y precios europeos. Eso si con muchos km de AVE que no sirven mucho que digamos. Ahora a ver como salimos de esta, desde luego no con las políticas europeas ni lo corruptos políticos españoles.
ResponderEliminar