Arranca el mayor juicio por crímenes contra la humanidad; un total de 68 acusados, civiles y militares, enfrentan 789 causas por secuestros, torturas y asesinatos. “Después de Nuremberg no creo que haya habido un juicio de esta envergadura por crímenes de lesa humanidad. Es muy importante no sólo para Argentina, sino para el mundo entero”, dijo Baltasar Garzón, en la sala donde se lleva a cabo el megajuicio.
Por primera vez, se sentarán en el banquillo de los acusados, varios de los supuestos pilotos de los "vuelos de la muerte". El método consistía en conducir a los detenidos desde las cárceles clandestinas de la dictadura al Aeroparque para ser cargados en los Short Skyvan, aviones que tenían un portón abatible que se podía abrir para dejar entrar mercancías voluminosas o soltar cargas en vuelo. Los aviones emprendían vuelo hacia el interior del Río de la Plata, donde soltaban su carga. Los presos estaban maniatados y sedados.
El juez federal Sergio Torres intenta ahora rastrear dónde están los cuerpos que podrían ser 21, para ser identificados y poder devolver los restos a sus familiares. Para eso, firmó un exhorto que será enviado a Uruguay con un pedido de apertura de los archivos judiciales que puedan ayudar a reconstruir lo que sucedió desde el momento en que esas personas sin vida fueron recogidas de las aguas. En el juzgado entienden que esas imágenes dan cuenta de las condiciones en que se encontraban las víctimas. Los informes daban por hecho que provenían de la Argentina. A veces por el tipo de indumentaria, de marca que sólo se fabricaba en el país o por las corrientes marítimas se consignaba que Buenos Aires era el punto de origen. Además se hizo referencia a las señales de torturas que evidenciaban los cuerpos.
En el exhorto, Torres explica a sus interlocutores uruguayos que
los vuelos de la muerte eran “efectuados por personal de la Armada
Argentina” y que “comenzaba con el reclutamiento de
determinados prisioneros a los que se les inyectaba Pentothal
(anestesia), lo que les ocasionaba un adormecimiento general del cuerpo y
la conciencia. Luego de esa inyección eran subidos a un camión que los
trasladaba hasta una aeronave desde la cual, según las constancias de la
causa, eran arrojadas al Río de la Plata (...)”.
Esta fue una de las prácticas de exterminio de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar argentina. La Justicia sigue el rastro de esos cuerpos, con apoyo de Uruguay, para completar, la reconstrucción de lo ocurrido y la reparación para los familiares de las víctimas.
Algunos cadáveres se desintegraron en el mar, pero otros volvieron a las playas argentinas y uruguayas donde las autoridades locales los enterraban bajo el rótulo NN (ningún nombre). La Fuerza Aérea Uruguaya ha reconocido en el 2005 que se realizaban "vuelos de la muerte" en combinación con las Fuerzas Armadas Argentinas (Operación Cóndor). Parece ser que el método de despeñar gente desde aviones fue usado antes por el ejército colonial francés en Madagascar (1947) y en Argelia (1954-1961).
El ex represor de la Escuela de Mecánica de la Armada, Adolfo Scilingo, recordó en 1997:
Esta fue una de las prácticas de exterminio de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar argentina. La Justicia sigue el rastro de esos cuerpos, con apoyo de Uruguay, para completar, la reconstrucción de lo ocurrido y la reparación para los familiares de las víctimas.
Algunos cadáveres se desintegraron en el mar, pero otros volvieron a las playas argentinas y uruguayas donde las autoridades locales los enterraban bajo el rótulo NN (ningún nombre). La Fuerza Aérea Uruguaya ha reconocido en el 2005 que se realizaban "vuelos de la muerte" en combinación con las Fuerzas Armadas Argentinas (Operación Cóndor). Parece ser que el método de despeñar gente desde aviones fue usado antes por el ejército colonial francés en Madagascar (1947) y en Argelia (1954-1961).
El ex represor de la Escuela de Mecánica de la Armada, Adolfo Scilingo, recordó en 1997:
- "Los vuelos fueron comunicados oficialmente pocos días después del golpe militar de marzo de 1976. Se informó que el procedimiento para el manejo de los subversivos en la Armada sería sin uniforme y usando zapatillas, jeans y remeras. Explicó que en la Armada no se fusilarían subversivos ya que no se quería tener los problemas sufridos por Franco en España y Pinochet en Chile".
El propio Scilingo indicó que el procedimiento de los vuelos de la muerte costó la vida de unas 4400 personas. Según su testimonio en el libro "El Vuelo", la Armada en su conjunto estaba involucrada en los vuelos de la muerte, que no eran una medida aislada ni realizada por una banda dentro de la fuerza, sino por la fuerza como tal con todo el aval institucional. No se sabe cuántos de los 30.000 desaparecidos de la dictadura fueron arrojados al mar.
La primer
prueba contundente de los vuelos de la muerte salió a la luz en 2005
cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó cadáveres aparecidos en 1977, que fueron arrastrados por la corriente marina y aparecieron en playas de Santa Teresita (costa bonaerense). Los cadáveres fueron
inhumados como NN. Según el informe del fiscal Eduardo Taiano y del EAAF, los cuerpos presentaban "múltiples
traumatismos originados por el choque contra una superficie dura y las
fracturas típicas que presentan los huesos largos (eran) compatibles con
las producidas por haberse arrojado el cuerpo al mar".
El material confirma cuán siniestra ha sido la dictadura militar en este país. Durante años, las historias de los llamados “Vuelos de la muerte” rondaron por la cabeza de los argentinos, muchos no creían que se podía llegar a tremendo nivel de salvajismo. Lo común de las intervenciones militares en América Latina fue que el terror era usado –según cada caso específico– como principal arma de dominación social. Estas brutales intervenciones no pueden abstraerse de un contexto internacional más amplio, dominado por el clima de la Guerra Fría y por el cual los Estados Unidos pretendió asegurarse que en el continente latinoamericano no proliferara el socialismo.
En este sentido las intervenciones militares tuvieron como uno de sus objetivos neutralizar o mejor, eliminar de raíz los movimientos radicalizados. Y contaron en buena medida con el auspicio de los Estados Unidos, como quedó patentemente demostrado en el golpe militar a Salvador Allende. El apoyo financiero y político de los Estados Unidos a los ejércitos golpistas también se extendió para los casos argentino, uruguayo y brasileño y constituye un elemento de suma importancia para entender el conjunto de regímenes que dominó a través del terror durante los años sesenta y setenta en el continente.
Finalmente, otro rasgo común de estas intervenciones militares consistió en las transformaciones socioeconómicas que se propusieron llevar adelante. Ante los signos de la crisis del Estado de Bienestar, muchas de estas dictaduras implantaron una serie de reformas de claro corte neoliberal y el modelo económico basado en el consumo interno es cambiado por otro que coloca en la valorización financiera el patrón de acumulación principal.
En síntesis, a pesar de los específicos modos en que se implantaron diversos regímenes autoritarios en los países latinoamericanos durante las décadas del sesenta y setenta, se pueden establecer entre estos fenómenos los siguientes vínculos: (a) se trata de regímenes de larga duración y con pretensión de «institucionalizarse »; (b) utilizan el terror en una magnitud inusitada; (c) cuentan con el aval en ocasiones directo de los Estados Unidos, en el marco de la denominada Guerra Fría y (d) en líneas generales estos regímenes autoritarios decretan la muerte del Estado de Bienestar y son el primer paso de las políticas neoliberales que tendrán continuidad en los países latinoamericanos durante los años ochenta y noventa.
Fuentes:
El material confirma cuán siniestra ha sido la dictadura militar en este país. Durante años, las historias de los llamados “Vuelos de la muerte” rondaron por la cabeza de los argentinos, muchos no creían que se podía llegar a tremendo nivel de salvajismo. Lo común de las intervenciones militares en América Latina fue que el terror era usado –según cada caso específico– como principal arma de dominación social. Estas brutales intervenciones no pueden abstraerse de un contexto internacional más amplio, dominado por el clima de la Guerra Fría y por el cual los Estados Unidos pretendió asegurarse que en el continente latinoamericano no proliferara el socialismo.
En este sentido las intervenciones militares tuvieron como uno de sus objetivos neutralizar o mejor, eliminar de raíz los movimientos radicalizados. Y contaron en buena medida con el auspicio de los Estados Unidos, como quedó patentemente demostrado en el golpe militar a Salvador Allende. El apoyo financiero y político de los Estados Unidos a los ejércitos golpistas también se extendió para los casos argentino, uruguayo y brasileño y constituye un elemento de suma importancia para entender el conjunto de regímenes que dominó a través del terror durante los años sesenta y setenta en el continente.
Finalmente, otro rasgo común de estas intervenciones militares consistió en las transformaciones socioeconómicas que se propusieron llevar adelante. Ante los signos de la crisis del Estado de Bienestar, muchas de estas dictaduras implantaron una serie de reformas de claro corte neoliberal y el modelo económico basado en el consumo interno es cambiado por otro que coloca en la valorización financiera el patrón de acumulación principal.
En síntesis, a pesar de los específicos modos en que se implantaron diversos regímenes autoritarios en los países latinoamericanos durante las décadas del sesenta y setenta, se pueden establecer entre estos fenómenos los siguientes vínculos: (a) se trata de regímenes de larga duración y con pretensión de «institucionalizarse »; (b) utilizan el terror en una magnitud inusitada; (c) cuentan con el aval en ocasiones directo de los Estados Unidos, en el marco de la denominada Guerra Fría y (d) en líneas generales estos regímenes autoritarios decretan la muerte del Estado de Bienestar y son el primer paso de las políticas neoliberales que tendrán continuidad en los países latinoamericanos durante los años ochenta y noventa.
Fuentes:
- Página 12, 15/12/2011, "Imágenes que prueban los vuelos de la muerte" por Alejandra Dandan.
- Página 12, 15/12/2011, "Las 65 cajas con archivos" por Alejandra Dandan.
- Página 12, 07/09/2009, "Las hormiguitas del capitán Hess" por Diego Martínez.
- Clarín, 16/12/2011, "La CIDH entregó las fotos de los vuelos de la muerte".
- Clarín, 10/08/2005, "Uruguay: la Fuerza Aérea admite que hubo vuelos de la muerte".
- Observador Global 16/12/2011, "Argentina: prueba clave sobre Vuelos de la Muerte de la dictadura".
- www.elortiba.org, "El Vuelo".
- Pensar la dictadura: terrorismo de Estado en Argentina - Educ.ar
NO COMPARTO LO QUE PASO EN EL ESMA, PERO TAMPOCO COMPARTO LO QUE LOS GUERRILLEROS ASESINOS MONTONEROS HIJOS DE PERRA Y ERP DE MIERDA HICIERON EN LA ARGENTINA Y ESTAN LIBRES
ResponderEliminarES UNA VERGUENZA QUE SIGAN HABLANDO DE 30 MIL DESAPARECIDOS, NO HUBO 30 MIL, Y CUANTOS VIVEN EN EUROPA CON NOMBRES FALSOS!! PREGUNTENLE A LA MADRES DE LA PLAZA DE MAYO LO CORRUPTAS QUE SON Y LO HACEN CON EL DINERO DE SUS MUERTOS!!! BASTA DE MENTIRAS , Y RECUERDEN LOS MONTONEROS Y ERP FUERON ASESINOS, MATABAN, SECUESTRABAN, ASESINABAN , TORTURABAN Y ESTAN LIBRES LOS QUE SOBREVIVIERON Y ESTAN EN EL GOBIERNO DE KRETINA
ResponderEliminarNo se puede poner en el mismo nivel, las acciones guerrilleras de grupos, con el terrorismo de Estado contra toda la sociedad.
ResponderEliminar"Según algunos investigadores, trabajadores del ministerio y militantes de la Juventud Peronista República Argentina comenzaron a simular atentados de Montoneros en su contra como parte de una estrategia de presentarse como blancos militares de las agrupaciones de izquierda, lo que les permitía revalorizarse políticamente dentro del ministerio." "López Rega - El peronismo y la Triple A" Marcelo Larranquy
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