Riad y Bruselas -
19/01/14
La novedad estalló en las redes después
que la Policía Religiosa del Reino irrumpió en un parque público para
obligar a las señoras a dejar el entretenimiento. Argumentaron que el
suave balanceo podría alentar a los hombres a acosar o abusar de ellas. El
Corán, libro sagrado del Islam y base de la Sharía que impera en
Arabia, mantiene que hombre y mujer son iguales ante Dios y que por
tanto tienen los mismos deberes religiosos. Pero según la interpretación
que se le quiera dar, sitúa a las mujeres «bajo» la custodia de los
hombres que coloca en el sitial de proveedores y protectores. En
realidad es una calculada maniobra para utilizar la religion como
herramienta de represión social. Se controla a la mujer para controlar a
la familia y de ahí a toda la comunidad. La curiosa versión islámica
saudita se extiende a prohibir los sindicatos, partidos, organizaciones
estudiantiles, feministas o cualquier esquema que permita a la gente
incidir políticamente e interpelar a la corona.
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