México, 30 de octubre de 1965. La carta viajaba a Buenos Aires, con
destino a Francisco Porrúa, editor de editorial Sudamericana (Argentina) y con la
firma de Gabriel García Márquez. Dos carillas en las que el escritor colombiano fallecido ayer, hacía un repaso por las obras que
estaba escribiendo y ofrecía una nueva pieza: Cien años de soledad. Nada
menos. "Estoy trabajando en mi quinto libro. Es una novela muy larga y muy compleja en la
cual tengo fincadas mis mejores ilusiones", explicaba el colombiano al editor. El propio García Márquez relató que en agosto de 1966 envió a Buenos Aires desde México DF -en dos tandas, porque no le alcanzó el dinero para despachar todas las páginas el mismo día- el texto original mecanografiado de Cien años de soledad, desde una oficina de correo de San Ángel. El original llegó a Porrúa, quien publicó la primera edición de la novela con una tirada de 8000 ejemplares: hoy lleva vendidos más de 40 millones en más de 35 idiomas.
La historia
finalmente tuvo final feliz y la histórica novela fue publicada por
Sudamericana. Al enterarse del fallecimiento del escritor, el
actual director de la editorial escribió una carta a sus empleados lamentando el triste hecho. "Es muy triste compartir con
ustedes la noticia de la muerte de Gabriel García Márquez. Como saben,
su relación con nuestra editorial no sólo ha sido histórica sino
particularmente entrañable, desde que en 1967 Sudamericana publicara en
Buenos Aires la primera edición de Cien años de soledad", escribió
Javier López Llovet. "Hace dos años tuve el privilegio de visitarlo en su casa de México DF y
pude comprobar que su amor por Argentina, país desde donde había sido
lanzado al mundo, seguía intacto. Todos, seguiremos siendo los
orgullosos editores de su obra, a la que cuidaremos como uno de los
tesoros que hacen de este oficio un privilegio", resumió.
Alguien que conocía estrechamente al escritor comentó que García Márquez era extraordinariamente supersticioso y no quería viajar a la Argentina, porque decía que si aquí habían comenzado sus éxitos, si regresaba podían comenzar sus fracasos.
La carta de Gabriel García Márquez a Sudamericana |
- "El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad"
(Cien años de Soledad)
- “Hay que ser infiel, pero nunca desleal" (El Coronel no tiene quién le escriba)
- “El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta”. (Cien años de Soledad)
- “Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe”.
- “El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar”.
(Vivir Para Contarla)
- “Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor”
(El amor en los tiempos de cólera)
(El amor en los tiempos de cólera)
- “La pobreza es el mejor remedio para la diabetes”.
- “No hay medicina que cure lo que cura la felicidad”.
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