- “Para mí la clase media es una clase superior. La aristocracia es muy parecida al pueblo. Los aristócratas son muy nacionalistas y el pueblo también lo es. Les da por las mismas cosas. Les interesa el lujo, las carreras...”
- “Recuerdo que una vez conversé con dos muchachotes que estaban ahí, en la plaza San Martín de Buenos Aires, cantando ‘Perón, Perón, qué grande sos’. Bueno... Yo estaba con una amiga y los dos muchachotes se me acercaron, con sus tambores, y nos planteamos: si nos vamos, van a pensar que estamos huyendo. Nos quedamos. ‘¿Es usted el señor Borges?’ Yo siempre he usado: ‘Y bueno, más o menos’ o ‘a veces’ o ‘nadie sabe...’. Entonces me pidieron que les firmara un autógrafo en unas hojas de papel. Les pregunté: ‘Y, díganme, ¿ustedes son peronistas?’, y me dijeron: ‘Pero no, señor, ¿qué se ha pensado usted? Nos pagan y tenemos que estar hasta las doce y cuarto tocando el tambor y cantando en la plaza’. No recuerdo cuánto les pagaban, era mucho para aquel entonces. Y luego decían eso de ‘la muchedumbre aclamando al dictador’. Era que la CGT buscaba a muchos pobres y les daba unos bombos y les pagaba. Cuando me vine a casa me fijé después que seguían cantando exactamente hasta las doce y cuarto. Y todo era así. Luego los crímenes espantosos que se cometieron: Aramburu que fue secuestrado, que fue torturado y luego asesinado.”
- “Me han enseñado a pensar siempre que el individuo debe ser fuerte y el Estado débil. No puede entusiasmarme una teoría en la que el Estado sea más importante que el individuo. Soy un conservador, pero ser en mi país un conservador no significa ser una momia, significa, digámoslo así, ser un liberal moderado. Si se es un conservador en la Argentina, nadie piensa que se es un fascista o un nacionalista. Por el contrario, a decir verdad, creo que ser un conservador en la Argentina significa ser bastante escéptico en asuntos políticos e incrédulo en cuanto a cambios violentos se refiere.”
- “Los peronistas no son ni buenos, ni malos; son incorregibles.”
- “Los peronistas son gente que se hace pasar por peronista para sacar ventaja.”
- “Mire, yo detesto a los comunistas, pero, por lo menos, tienen una teoría. Los peronistas, en cambio, son esnobs.”
- “El peronismo es algo inverosímil.”
- “Yo estuve en contra del peronismo justamente porque era liberticida y de raíz fascista. Fíjese que Perón me persiguió porque yo era democrático, como se decía entonces. Jamás porque yo hubiera sido antiobrero o cosa parecida. Puso presas a mi madre y a mi hermana. No me pudo perdonar que cuando estaba en Norteamérica y me preguntaron por Perón yo hubiese contestado: ‘No me interesan los millonarios’. Ni que cuando me preguntaron por su mujer, yo hubiese respondido: ‘Tampoco me interesan las prostitutas’.”
- “Yo siempre fui antifascista. En los tiempos del nazismo, cuando había tantos fascistas y nazis en Buenos Aires, yo condené a Mussolini y a Hitler, cuando muchos no hablaban. En aquellos tiempos prologué el libro Mester de Judería de Grünberg. No entiendo cómo me pueden calificar de fascista."
- “Sé que a veces he hablado a deshora o con exceso, pero siempre he sido fiel a mis convicciones; siempre he dicho lo que pienso.”
- “Si todos los países llegaran a ser de clase media –eso sería la Utopía para mí– desaparecerían muchos males. Yo viví cinco años en Ginebra en la época de la Primera Guerra Mundial. La ciudad tenía en ese tiempo 120 mil habitantes; creo que había un comisario y dos vigilantes. ¿Por qué? Porque todo el mundo pertenecía a la clase media. No había gente ni muy pobre ni muy rica. En los países escandinavos, países de clase media, no hay criminales.”
- “El mayor defecto del olvido es que a veces incluye la memoria.”
- “La gente decía que Dios era peronista. Qué gusto el de Dios: no me extraña.”
- “La peor desdicha es que lo derrote a uno gente despreciable… los peronistas a nosotros.”
- “¿Sabés que ¡Perón, Perón, qué grande sos! es una marcha escocesa? Está bien, porque demuestra que todo es de pacotilla en este país.”
- “Ese edificio pomposo es inútil. Sí, el Congreso.”
- Descripción del peronismo: “Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez. Botones que balbucean imperativos, efigies de caudillos, vivas y mueras prefijados, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la lucidez... Combatir estas tristes monotonías es uno de los muchos deberes del escritor. ¿Habré de recordar a los lectores del Martín Fierro y de Don Segundo Sombra que el individualismo es una vieja virtud argentina?”.
- “Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón.”
- “En Estados Unidos se espera que uno sea partidario de los indios, que hable mal del país y que sea comunista. Cuando me niego a estas tonterías, a veces defraudo a los que me escuchan.”
- “La pena de muerte está bien. Yo, por ejemplo, preferiría ser ejecutado. Estar encarcelado me parece espantoso. Creo que si alguien comete una culpa, está bien que lo fusilen. A mí no me importaría. Al contrario, si me dijeran que van a ejecutarme esta noche, diría... ‘Pero qué suerte, vamos a simplificar todo’.”
- “Yo he sentido odio por dos personas. Por Perón y por mi lejano pariente, Rosas. Y por nadie más que yo sepa. En el caso de Hitler no era odio. Decía yo: qué raro que este hombre que es un genio militar sea al mismo tiempo un loco. Me decía, por ese entonces, que si yo fuera Hitler echaría del país a quienes no tuvieran sangre judía. Hubiera sido más inteligente, ¿no?”
- “Me gustaría volver sobre el coraje, esa gran virtud. Tengo un ejemplo cercano. Durante mucho tiempo (y no hace demasiado) a mi madre y a mí nos amenazaban por teléfono. Cada vez que atendíamos, un individuo de voz gangosa decía: ‘Los vamos a matar a los dos’. Un día atendió mi madre, que ya estaba postrada en la cama. Escuchó la amenaza y con toda tranquilidad contestó: ‘Vea, matar a mi hijo, un hombre viejo y ciego que sale todos los días solo a la calle, no es una gran hazaña. En cuanto a mí, tengo más de noventa años, de modo que si no se apura, por ahí me le muero antes’.”
- “No vale la pena interesarse en el periodismo, pues está destinado a desaparecer. Bastaría, en lugar de diarios, con un periódico bimensual, ya que todos los días no se producen hechos sensacionales. En la época grecolatina se leían libros y no se perdía el tiempo en tonterías.”
- “Lo malo es que en la Argentina ganamos todas las guerras y perdemos todas las elecciones.”
- “La gente sencilla no siente el dolor como nosotros. Los negros tienen un organismo muy simple, no sienten el dolor ni las heridas. La mayor parte de las mujeres del Congo no tienen ni idea del placer sexual, físico, y los hombres, poca. Por eso pueden ser estoicos, como nuestros indios, a los que se podía hacer cualquier cosa y no se quejaban. Nosotros somos más sensibles al dolor y al placer, como lo somos al color de las cosas y al valor de las palabras. Somos cada vez más complejos, lo que nos vuelve, tal vez, más cobardes. Para ser un buen soldado es mejor ser un poco estúpido.”
- “El vicio más incorregible de los argentinos es el nacionalismo, la manía de los primates.”
- “Creo que hay algo miserable en la venganza, incluso en la venganza justa, ¿no? Hay algo fútil en ello. Me disgusta la venganza. Creo que la única venganza posible es el perdón, el olvido. Esa es la única venganza y, desde luego, el olvido lleva consigo el perdón, ¿no?”
- “Las huelgas me han parecido siempre una especie de chantaje, ¿no? Que las hagan me parece bien, pero que obliguen a otros a no asistir a la clase, eso no lo entiendo. ¿Qué intentan, asustarme? Bien, me dije, si me tumban de un golpe no importa en absoluto porque el resultado de una pelea no tiene importancia. Lo que importa es que un hombre no debe permitir que lo atropellen.”
- “Ojalá merezcamos no tener ningún gobierno. En ningún país del mundo. Acaso un mínimo de gobierno, un gobierno puramente municipal, un gobierno de Spencer.”
- “Considero a la democracia un abuso de la estadística. No creo que sea lo mejor para países como España, Sudamérica, incluso los mismos Estados Unidos; quizá para los países escandinavos sea buena; para la Argentina, no.”
sábado, 19 de abril de 2014
El Borges políticamente incorrecto
El periodista Esteban Peicovich recopiló en El palabrista frases de Jorge Luis Borges.
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