La cámara enfoca al militar mientras dispara. Unos segundos más tarde,
cae y, boca arriba, muestra el cielo. En 1973, al camarógrafo argentino Leonardo
Henrichsen le tocó grabar su propia muerte. Había ido a Chile a cubrir
las tentativas de golpes previos al definitivo que dio Augusto Pinochet.
Cuando se desató el levantamiento militar conocido como “el
tanquetazo”, salió a la calle a registrar lo que ocurría y una patrulla
militar lo fusiló. A pesar de que el rostro de su asesino había quedado
registrado, nunca se conoció su identidad. Hasta muchos años después. “Era el cabo
Héctor Hernán Bustamante Gómez. Para mí era muy importante ponerle
nombre al asesino. Siempre decíamos: murió o lo mataron. Es bueno poner
más palabras a estos hechos tan terribles”, explica Josephine
Henrichsen, hija del camarógrafo, que inició una querella en Chile
contra los asesinos.
El padre de Henrichsen llegó de Suecia con su familia a
principios de siglo. Leonardo nació y creció en Buenos Aires, donde se casó y tuvo tres hijos. En 1973 tenía
33 años y era camarógrafo de la televisión sueca (STV). El 29 de junio
de ese año estaba en Santiago de Chile junto al periodista sueco Jan
Sandquist cubriendo un posible golpe militar en Chile. Estaban en el
hotel Crillón, pero el desayuno de Henrichsen fue
alterado por ruidos estruendosos, raros, como el que hacen los tanques y
tratándose de un corresponsal extranjero que cubría la situación
político-social en Chile, salió a indagar y a registrar en su cámara
Eclair 16 mm qué estaba ocurriendo a una breve cuadra del desaparecido hotel.
El camarógrafo no alcanzó a enterarse que estaba
produciéndose un levantamiento, una suerte de ensayo digitado por la
organización Patria y Libertad y otros civiles de extrema
derecha, que sacaron a las calles los tanques del II Regimiento Blindado y
mataron a 22 civiles, entre ellos, a Henrichsen. “No disparen, ¿no ven que somos periodistas?”, gritó el camarógrafo cuando
Bustamante Gómez dio la orden de fuego. Pudo mantenerse en pie y
grabarlos antes de que otros dos soldados también le dispararan. Alcanzó a filmar 2 minutos. Incluso registró en su cámara a
quienes lo mataron, pero a pesar de existir imágenes de hombres
disparándole, éstos fueron identificados 30 años después.
También es
interesante la increíble historia que permitió salvar este documento
histórico extraordinario, donde el periodista Eduardo Labarca, de
Chilefilms de la época, ve cuando los militares, que han arrebatado la
cámara a Henrichsen agonizante (que se resiste a soltarla mientras les
grita “¡Milicos de mierda!, la esconden bajo una
tapa de registro (de alcantarillado, de electricidad…) ubicada en la esquina que luego es recuperada por el periodista, pero como la cinta no podía ser revelada en Chile, fue
enviada a Argentina.
Aunque el video alcanzó proyección mundial, la identidad del asesino tardó 32 años en
llegar. Estuvo en manos del periodista chileno Ernesto Carmona, que
encontró los documentos del juicio y así dio con los militares.
“Descubrir la identidad del supuesto oficial fue el trabajo de una
década. Es la prueba que no había sido una
bala perdida, ni la mala suerte de un camarógrafo temerario. No,
Leonardo Henrichsen había sido asesinado a sangre fría.El asesinato de Henrichsen quedó en la más absoluta impunidad, porque
la justicia estimó que el delito había “prescrito” y no fue asimilado a
los crímenes de lesa humanidad, que según los cánones legislativos y
judiciales sólo se cometieron a partir del 11 de septiembre.
“En más de cien años que existe el
cine filmado, hay sólo una escena, la de Leonardo, que muestra el arma
de la que sale la bala mortal y quién fue el que dio la orden para
asesinar al camarógrafo”, escribió Sandquist. Esta es la historia que relata el documental Imagen Final, del
director argentino Andrés Habegger. Es una película sobre una de las imágenes más famosas de la historia mundial del periodismo.
Ernesto Carmona, periodista chileno, podrán encontrar más información en Wikipedia
ResponderEliminarEl periodista Ernesto Carmona Ulloa ha escrito variados libros en el contexto del Periodismo de Investigación, algunos títulos son: "Chile desclasificado", "Yo, Piñera", co-autor en "Morir es la Noticia", "Los Dueños de Chile", "Que es el Anarquismo", "Los Dueños de Venezuela", "Vicios de Presupuesto", etc
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