Germán Gorraiz López
La irrupción mediática de Edward Snowden, (ex-técnico de Booz Allen,
sub-contrata de la CIA) confesando ser el autor material de las
filtraciones a The New York Times y The Guardian sobre el programa
PRISM (espionaje de telecomunicaciones a cargo de la Agencia
Nacional de Seguridad (NSA), habría desatado todas las alarmas en la CIA
ante el peligro evidente de destapar los secretos inconfesables de los
sótanos secretos del establishment.
Según The Washsington Post, la Justicia de Estados Unidos presentó
de inmediato cargos de espionaje contra Snowden y a su vez pidió a las
autoridades de Hong Kong que fuera detenido. Sin embargo, Snowden, con
la complicidad de las autoridades chinas y acompañado de Sarah Harrison
,(ciudadana británica que trabaja como investigadora legal para el grupo
Wikileaks , según la agencia Reuters), se dirigió en un vuelo sorpresa
hasta la terminal de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétyevo,
al no existir en Rusia convenio formal de extradición con EEUU y donde
en teoría seguiría inmovilizado.
Putin, (a pesar de los requerimientos de EEUU aduciendo claras bases
legales para deportar a Snowden como tener el pasaporte revocado y la
existencia de cargos contra él), habría rechazado dicha deportación
indicando que no habría cruzado la frontera rusa, triquiñuela jurídica
para conseguir desvincularse del problema de EEUU pero que tendrá
consecuencias a posteriori que acelerarán el retorno a escenarios de
Guerra Fría EEUU-Rusia.
Por su parte, Anthony Cordesman, experto del Centro de Estudios
Internacionales y Estratégicos (CSIS), en declaraciones a la cadena CNN,
afirma que ”la salida más probable sería que haya algún tipo de
acuerdo con el país en que recale Snowden, mediante el cual EEUU ofreza a
través de medios diplomáticos algún tipo de “quid pro quo” (similar al
tradicional canje de espías) y ofrezca alguna garantía sobre su
posterior procesamiento en EEUU”, opción que habría que descartar si el Gobierno de Correa concediera el asilo.
Las autoridades ecuatorianas aseguran que no le han proporcionado
ningún salvoconducto o documento oficial para poder viajar sin pasaporte
a pesar de que la página de Internet del canal de televisión
norteamericano Univisón ha publicado en exclusiva el salvoconducto
necesario para poder completar su viaje desde Moscú a Quito. Dicho
documento, obtenido en “exclusiva” y difundido en la página web del
principal canal hispano de Estados Unidos, está fechado el pasado 22 de
junio y lleva la firma del cónsul de Ecuador en Londres, Fidel Narváez
Narváez, (el ángel-custodio de Julian Assange, el fundador del portal
WikiLeaks), para que Snowden pueda presentarlo ante las autoridades
rusas a fin de solicitar su tránsito a Ecuador a petición del Gobierno
de este país.
Según el pais.com, el ministro de Comunicación ecuatoriano, ha anunciado que "Ecuador ha renunciado a renovar los
acuerdos comerciales con el Congreso de Estados Unidos que le otorgaban
beneficios y preferencias arancelarias sobre la exportación de
determinados productos a su país”, el llamado Sistema Generalizado de
Preferencias (GSP en ingles) y el Programa de Erradicación de Dorgas y
Promoción del Comercio Andino (TPA), tomando la iniciativa a EEUU pues
ya presuponía que el Congreso de EEUU era renuente a renovar dichos
acuerdos que expiran el próximo 31 de julio.
Así, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, el
demócrata Bob Menéndez, habría advertido por escrito al Gobierno de
Rafael Correa que en el supuesto de conceder el asilo a Edward Snowden,
no se procedería a la renovación de dichos Tratados. Según la Oficina del Representante Comercial de EEUU, gracias al GSP,
Ecuador se benefició en el 2012 de $107 millones y debido a las
rebajas arancelarias del TPA, las exportaciones de flores, atún y frutas
y hortalizas le habrían reportado ingresos cercanos a los $318 millones, con lo que la no renovación del acuerdo podría suponer para la
industria floral ecuatoriana la pérdida de 100.000 puestos de trabajo.
La falta de renovación de dichos acuerdos se enmarcaría dentro de la
estrategia kentiana de EEUU para y desestabilizar los Gobiernos de
países populistas-progresistas de América Latina (Nicaragua, Ecuador,
Venezuela y Bolivia), para mediante la teoría kentiana del palo y la
zanahoria, reconducir dichos países e integrarlos en la Alianza del
Pacífico.
Dicha Alianza (Perú, 2011), promovida por EE.UU. y secundada por México, Colombia, Chile y Perú, tendría como objetivos a medio plazo
aglutinar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá e
incorporar por último al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y
Uruguay) y su importancia fue destacada por el analista y economista
Jorge González Izquierdo, quien dijo a la AFP que este bloque en lo
político “es un contrapeso al grupo que quiere formar el presidente Hugo
Chávez de Venezuela”, en alusión a la Alianza Bolivariana para las
Américas (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua,
Dominica, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas y Antigua y Barbuda.
Se trataría por tanto, de una genial jugada de estrategia económica y
geopolítica que tendría sus fuentes de inspiración en la teoría de
Sherman Kent expuesta en su libro “Inteligencia Estratégica para la
Política Mundial Norteamericana” publicado en 1949. Así, según Kent: “La guerra no siempre es convencional: en efecto,
una gran parte de la guerra, de las remotas y las más próximas, ha sido
siempre realizada con armas no convencionales: [...] armas [...]
políticas y económicas. La clase de guerra en que se emplean [...] (son
la) guerra política y la guerra económica”. Más adelante añade que los
instrumentos de la guerra económica “consisten en la zanahoria y el
garrote”: “el bloqueo, la congelación de fondos, el ‘boicot’, el embargo y
la lista negra por un lado; los subsidios, los empréstitos, los
tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales por otro”.
Caso de no ser sensible el Gobierno de Correa a las tesis de EEUU, no
sería descartable el retorno a la política del Big Stick o “Gran
Garrote” (cuya autoría cabe atribuir al presidente de EEUU
Theodoro Roosevelt), sistema que desde principios del siglo XX ha
regido la política hegemónica de EEUU sobre América Latina,
siguiendo la Doctrina Monroe, “América para los Americanos”. Recordar
que a comienzos de los años sesenta, el miedo al mimetismo cubano había
llevado a los EEUU a apoyar los golpes militares, siendo derrocado en
julio de 1963 el presidente ecuatoriano Otto Arosemena por
“complacencia ante el castrismo”. De todo ello, se deduce que el previsible retorno a la Guerra Fría
entre EEUU y Rusia tendrá efectos colaterales en América Latina en forma
de nueva ola desestabilizadora (cuyos primeros bocetos se perfilaron en
Honduras y Paraguay) que protagonizará EEUU en esta década en el
nuevo escenario panamericano que surgirá tras el retorno al endemismo
recurrente de la Guerra Fría.
Las viejas politicas de los EEUU ya no surgiran efecto como lo hacian antes; los pueblos de america latina han superado su alienacion, estan despiertos y concientes de lo que sucede.
ResponderEliminarEl cambio es inminente, en 5, 10 o 50 años; esto ya inicio y es imposible pararlo; si va a ser mejor o peor no lo se solo el tiempo lo dira
La moneda está en el aire,poco a poco el decadente imperio sufre fracturas y una de estas es Latino América,Assange,Manning,Snowden son ejemplos de esa decadencia desde su interior,lo grabe es que en su caída arrastre a la humanidad en su totalidad.
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