Según lo informado por la televisión libia (no confirmado por la OTAN y negado por la oposición), fue asesinado en un bombardeo sobre Trípoli, el hijo y tres nietos de Muamar Gadafi. Saif al Arab (29 años), sus nietos Saif (2 años), Carthage (3 años) y Mastura (4 meses), así como amigos y vecinos, serán enterrados en el cementerio de los Mártires de Al Hani de la capital libia. Es una muestra más del uso indiscriminado de la fuerza y el asesinado de inocentes. Todo, ante la mirada pasiva del mundo. Al gobierno de los Estados Unidos y a los países miembros de la OTAN no les interesa la paz en Libia, su objetivo es apropiarse de su riqueza. Por un lado, bombardean a civiles y por otro les cierran sus fronteras a las familias que desesperadamente huyen de la matanza. El argumento de la protección de los civiles para justificar los ataques, es el colmo del cinismo.
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