sábado, 21 de mayo de 2011

El discurso de un valiente



Arresto de Prysner durante una marcha contra la guerra, en Washington. Fueron detenidas más de 160 personas 

Y realmente traté de sentirme orgulloso de mi servicio, pero sólo pude sentir verguenza. El racismo ya no podía enmascarar la realidad de la ocupación por más tiempo. Eran personas, eran seres humanos.. Desde entonces me invade la culpa....Se nos dijo que luchábamos contra terroristas, el verdadero terrorista era yo, y el verdadero terrorismo era esta ocupación...
...El racismo ha sido una herramienta vital para justificar la destrucción y ocupación de otro país... La clase dominante que obtiene beneficio del sufrimiento, solo se preocupa en expandir su riqueza, en controlar la economía mundial....
Millones de personas de este país, sin trabajo, sin asistencia médica, debemos mirar como derrochan 450 millones de dólares diarios en esta ocupación...
Gente pobre de este país son enviadas a matar gente pobre de otro país...
..Sin el racismo, los soldados se darían cuenta que tienen más en común con el pueblo Iraquí, de lo que tienen en común con los ricos que nos envian a la guerra..
Tiré a familias enteras a la calle en Irak, para volver a casa y encontrarme con familias siendo tiradas a la calle en mi país, con esta innecesaria crisis hipotecaria.
Debemos despertarnos y darnos cuenta de que nuestros verdaderos enemigos no se encuentran en un país lejano. No son personas cuyos nombres desconocemos ni culturas que no comprendemos... El enemigo son personas que conocemos bien, que podemos identificar. El enemigo es un sistema que declara la guerra cuando es rentable. Nuestro enemigo no está a 5000 millas de distancia, está justo aquí, en casa...

Palabras de Mike Prysner, veterano de la guerra en Iraq: "El terrorista era yo"

2 comentarios:

  1. Haja alguien con ellos in el lugar para hablar la verdad.Esto ahora tiene els ojos abiertos que pueda con este discurso abrir muchos mas.
    Gracias Mike

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  2. Es igual a la obediencia de vida, los hacen mercenarios a la fuerza, bajo la excusa de un patriotismo estúpido y cruel.

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