China es un país enorme con una
población y una economía enorme, que al ritmo actual podría
superar a la estadounidense en los próximos diez años para convertirse
en la más importante del mundo. En la inauguración del
congreso, el
presidente saliente, Hu Jintao, reconoció que la corrupción es el
principal desafío que enfrentan el partido, el Estado y el país, que a
esta altura, para él, son más o menos lo mismo.
En la última década China creció a un promedio del diez
por ciento anual y cuadruplicó su Producto Bruto Interno. En una
economía donde todas las decisiones importantes pasan por los
escritorios de los jerarcas del Partido Comunista, el proceso de
crecimiento produjo una nueva casta de multimillonarios entre amigos
y familiares de los poderosos. Problemático para un sistema
capitalista, el enriquecimiento ilícito de autoridades con
poder de decisión puede ser mortal para un régimen que se presenta como comunista, o sea comprometido con repartir por lo menos
con equidad la riqueza del país.
El fantasma de la corrupción sobrevuela. Dos escándalos de corrupción de grandes proporciones estallaron
en China en los últimos meses, con amplia repercusión dentro y fuera del
país. Los dos casos reflejan tanto las contradicciones emergentes en el
sistema económico como la lucha política que se libra al interior del
partido.
El primero involucró al famoso político Bo Xilai, líder del ala conservadora del partido y que propone una mezcla de populismo nostálgico con mano dura y un capitalismo fuertemente regulado. Hasta hace un par de meses Bo, era número puesto en este congreso para ocupar uno de los ocho puestos en el Politburó del partido, el máximo organismo dirigencial del país. Pero el jefe de Policía de Bo se internó en un consulado estadounidense para denunciar que la esposa de Bo había matado a un empresario inglés para tapar los chanchullos de la familia, que incluían el retiro de millones de dólares malhabidos a cuentas en el exterior. Bo fue expulsado del partido y la esposa recibió una condena de muerte en suspenso.
El primero involucró al famoso político Bo Xilai, líder del ala conservadora del partido y que propone una mezcla de populismo nostálgico con mano dura y un capitalismo fuertemente regulado. Hasta hace un par de meses Bo, era número puesto en este congreso para ocupar uno de los ocho puestos en el Politburó del partido, el máximo organismo dirigencial del país. Pero el jefe de Policía de Bo se internó en un consulado estadounidense para denunciar que la esposa de Bo había matado a un empresario inglés para tapar los chanchullos de la familia, que incluían el retiro de millones de dólares malhabidos a cuentas en el exterior. Bo fue expulsado del partido y la esposa recibió una condena de muerte en suspenso.
El segundo caso involucró al primer ministro saliente, Wen Jiabao, del ala liberal del partido, que impulsa una reforma
de las empresas estatales chinas para adaptarlas al capitalismo global.
Curiosamente, en los últimos años había sido el principal
propagandista de políticas anticorrupción en China. En marzo, en un
discurso ante el Consejo de Estado chino, Wen enumeró las distintas
iniciativas del gobierno para la transparencia y abogó por la
presentación pública de las declaraciones patrimoniales de los
funcionarios y sus familiares.
Sin embargo, hace dos semanas, una investigación de The New York
Times documentó que la familia del primer ministro controla una fortuna
que supera los dos mil setecientos millones de dólares, disimulada por
un entramado de testaferros y empresas pantalla. El artículo provocó una
furiosa reacción del gobierno chino, no en contra de Wen Jibao, sino de
The New York Times, que vio su página web en ese país clausurada por
las autoridades. También fueron bloqueadas las frases “New York Times”,
“Wen Jiabao” y hasta los apodos del primer ministro de los motores de
búsqueda que operan en la Internet china.
Las sospechas de enriquecimiento desmedido del entorno del primer
ministro no son nuevas. Según un cable diplomático estadounidense
filtrado por Wikileaks, en el 2007 un empresario le comentó al entonces
embajador norteamericano que Wen estaba considerando divorciarse de su
esposa porque estaba “disgustado” con la manera en que ella usaba su
nombre para hacerse de una fortuna con el comercio de diamantes.
Numerosos casos de corrupción han sido dados a conocer por las amantes o segundas esposas que se han convertido en un arma letal contra los funcionarios corruptos. Una vez que su relación con los funcionarios termina mal, son poderosas contra la corrupción porque la han presenciado. Algunos alaban a las amantes por hacerle frente a la corrupción, en tanto otros critican al PCC y al gobierno por no encabezar el rol para luchar contra la corrupción.
Numerosos casos de corrupción han sido dados a conocer por las amantes o segundas esposas que se han convertido en un arma letal contra los funcionarios corruptos. Una vez que su relación con los funcionarios termina mal, son poderosas contra la corrupción porque la han presenciado. Algunos alaban a las amantes por hacerle frente a la corrupción, en tanto otros critican al PCC y al gobierno por no encabezar el rol para luchar contra la corrupción.
Hoy en China el debate es sobre la corrupción y el tráfico de
influencias, y por eso el presidente le dedicó su discurso en la
apertura del congreso. Termina la era de Hu Jintao y arranca la del actual vicepresidente, Xi Jiping. En la lucha por la transparencia y en contra de la corrupción el
nuevo líder no la va a tener fácil. Una investigación periodística de
Bloomberg News de junio pasado no encontró pruebas de que él, su esposa o
su hija se hubieran enriquecido durante el ascenso de Xi a las máximas
esferas del poder, ni que Xi hubiera actuado en favor de los intereses
de familiares o amigos.
Sin embargo, la misma investigación reveló que la hermana y el cuñado de Xi controlan paquetes accionarios valuados en más de 400 millones de dólares, y que también se han enriquecido otros miembros de la familia extendida de Xi, que es hijo de un líder revolucionario. Al día siguiente China clausuró el sitio web de Bloomberg News.
Sin embargo, la misma investigación reveló que la hermana y el cuñado de Xi controlan paquetes accionarios valuados en más de 400 millones de dólares, y que también se han enriquecido otros miembros de la familia extendida de Xi, que es hijo de un líder revolucionario. Al día siguiente China clausuró el sitio web de Bloomberg News.
Fuente: Santiago O’Donnell
China sin censura. Y en español. Y desde allí. http://blogs.opinionmalaga.com/chinitis/
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