Homenaje en Melincué a jóvenes desaparecidos durante la dictadura, Yves Domergue y Cristina Cialceta Marull fueron enterrados como NN en 1976. La investigación de alumnos secundarios y el trabajo de archivo de un empleado judicial ayudaron a la restitución de sus identidades.
Yves, de nacionalidad francesa, mayor de nueve hermanos, nació en París y a los cinco años de edad, su familia se radicó en la Argentina. En el año 1974, su familia retornó a Francia y él permaneció en el país que había elegido para hacer su vida y cursar la carrera de Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires.
En el año 1976, junto a su novia Cristina Cialceta, ambos militantes políticos de 22 y 20 años, fueron encontrados acribillados a balazos y con señales de tortura por el dueño de un campo junto a una ruta rural y días más tarde, enterrados sin nombres en el cementerio de Melincué, un pueblo rural de Santa Fé. Uno junto al otro, en tumbas cuidadas por manos anónimas que nunca dejaron de ponerles flores.
En el 2003, estudiantes secundarios emprendieron, a pedido de una profesora, un trabajo práctico con el objetivo de rescatar desde un marco teórico sobre Derechos Humanos. Gracias al material logrado por los chicos, la docente se presentó ante la Secretaría de Derechos Humanos, denunciando sobre la existencia de dos cuerpos enterrados como NN. Esto permitió que el Equipo Argentino de Antropología Forense los exhumara y tras los cruces genéticos se confirmaran las identidades. 34 años después, la ciencia les devolvió la identidad a Yves y a Cristina.
"Gracias Melincué por haberlos cuidado", reza una placa colocada en el cementerio del pueblo que los cobijó. El padre de Yves, junto a un grupo de familiares, que viajaron al país para la ceremonia, no se cansaba de repetir, en un castellano de pocas palabras, la emoción que sentía y subrayó que el momento más doloroso fue el de esparcir las cenizas de Yves, en el Bosque de la Memoria, Rosario.Eric, hermano de Yves, agradeció los esfuerzos realizados en la búsqueda e identificación de los restos y el compromiso de las organizaciones de derechos humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario