Rene Almeling
En la película Una familia numerosa , Vince Vaughn es un ex
donante de semen que descubre que tiene más de 500 hijos. ¿Es una
exageración de Hollywood o un resultado posible? Nadie lo sabe. En
EE.UU. no se registra cuántos donantes de semen hay, la frecuencia con
que donan ni cuántos chicos nacen producto de esas donaciones.A diferencia de un final feliz de Hollywood, esa falta de regulación
tiene consecuencias reales para donantes y chicos a cuya gestación
contribuyen. El Journal of the American Medical Association publicó el
estudio de un donante de 23 años que transmitió un trastorno cardíaco
genético que afectó a por lo menos ocho de veintidós niños producto de
sus donaciones de semen, entre ellos a un chico que murió como
consecuencia de insuficiencia cardíaca. La Sociedad de Medicina
Reproductiva de los EE.UU. recomienda efectuar análisis genéticos a los
donantes de semen. Muchos bancos lo hacen, pero el gobierno no lo exige.
Los riesgos aumentan conforme lo hace la cantidad de niños concebidos a
partir de cada donante.
¿Cómo se llegó a esto? La donación de
semen dejó de ser una práctica de producción personalizada y se
convirtió en una industria que recuerda la producción masiva. En la
actualidad, la provisión de semen en EE.UU. se concentra en pocas
grandes compañías que mantienen múltiples oficinas, por lo general cerca
de universidades. Los reclutadores escriben avisos descarados (“¡Cobrá
por algo que hacés de todos modos!”). Hacen una selección entre
centenares de candidatos en busca de los “pocos hombres buenos” que
salen airosos de rigurosos estudios médicos y tienen una cantidad de
espermatozoides lo suficientemente alta para sobrevivir al
congelamiento. Debido a la elevada inversión en la búsqueda de donantes,
los bancos exigen que los hombres lleven muestras regularmente durante
meses, lo que deriva en grandes cantidades de material genético que
pueden producir decenas y hasta centenares de chicos.
La
regulación no ha seguido el cambio fundamental de la forma en que la
industria de la fertilidad obtiene el semen. Ningún organismo federal ni
organización profesional monitorea la cantidad de hombres que donan,
las muestras que se venden ni los niños que se conciben. La
Administración de Alimentos y Medicinas exige que los bancos de semen
sometan a los donantes a análisis de enfermedades específicas, pero no
reúne datos sobre cuántas veces donan los hombres. Los bancos de semen
dicen que limitan la cantidad de vástagos por donante, pero no tienen
forma de obligar a sus clientas a informar cuándo quedan embarazadas o
dan a luz. Debe exigirse a los bancos que informen sobre la cantidad de
muestras por donante que se venden a la FDA. Por lo menos se tendría
idea de si la cantidad promedio es de decenas o centenares.
©The New York Times
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