martes, 31 de diciembre de 2013

Brindemos

Por Mex Urtizberea

Brindemos todo lo que podamos brindar.
Brindemos por brindar. Brindémonos
Que todo el mundo brinde lo mejor que tenga para brindar.Que cada uno brinde su aporte.
Que el mundo brinde oportunidades; que los economistas brinden soluciones; que los comerciantes brinden buenos precios; que la escuela brinde herramientas; que el fútbol brinde espectáculo; que los políticos no brinden espectáculo.
Que los horóscopos brinden buenas noticias en amor; que los pronósticos no brinden fantasía; que los hospitales públicos brinden la mejor atención; que las empresas privatizadas brinden mejores servicios.
Que los vecinos se brinden ayuda; que los padres brinden apoyo a maestros; que los maestros brinden apoyo a sus alumnos; que los alumnos se brinden ayuda entre ellos.
Que los automovilistas no brinden mucho si van a conducir; que la televisión brinde algo más. Que se brinde tierra a los sin tierra, techo a los sin techo, alimento a los subalimentados.
Que los sueños brinden realidad; que la realidad brinde algunos sueños.
Que la industria brinde trabajo bien remunerado.
Que las fronteras no brinden muros; que a las víctimas se les brinde justicia.
Que los lectores sigan brindando su tiempo para la lectura.
Que los libros brinden libertad.
Que los libreros brinden ofertas.
Que la historia brinde lecciones.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Sin luz: El coro de los agobiados

Por Adriana Schettini

Caballito. Puente Alsina. Palermo. Mataderos: con la pantalla partida, "Telenoche" transmitió ayer las protestas de los condenados a vivir una ola de calor como no se recuerda en más de cuarenta años sin luz ni agua hasta no saben cuándo, porque también están privados de respuestas. Yo observaba esos rectángulos en el televisor y los veía idénticos: el mismo espanto, la misma impotencia. Escuchaba a unos y a otros y lo que oía eran múltiples voces quejándose todas a coro. 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Aborto

El gobierno español aprobó una propuesta de ley que pone fin al aborto legal y vuelve a considerarlo un delito, exceptuando los casos de violación o riesgo para la vida de la mujer. De esta manera, se modifica y restringe la normativa aprobada en 2010, que permitía la interrupción del embarazo sin tener que justificar motivos. La reforma supone un retroceso a la legislación que España tenía en 1985. Organizaciones de mujeres expresaron su repudio y se movilizaron en el centro de Madrid. En los próximos meses se espera que la iniciativa sea debatida en el Congreso, en donde el oficialismo tiene mayoría.

La fundadora y referente de Católicas por el Derecho a Decidir, Marta Alanis, señaló que la reforma es “para complacer a la Iglesia Católica”. “Esta decisión debe enmarcarse en un momento de crisis muy profunda que vive España, en donde aumentaron la pobreza y la desocupación, y los gobiernos que perdieron legitimidad quieren recuperarla dándole concesiones a la Iglesia. Esto es completamente repudiable. La Iglesia se maneja como un actor político que sigue teniendo en su agenda la oposición ferviente al derecho al aborto.” La activista por los derechos de la mujer recordó que la nueva ley “va en contra de la voluntad popular que, en su momento, apoyó la ley de Zapatero”. “La realidad es que se van a seguir practicando abortos, pero ahora las mujeres deberán volver al aborto clandestino e inseguro”, dijo Alanis, quien agregó: “Siempre está la amenaza de los sectores más conservadores para volver para atrás en las conquistas de las mujeres”.

“La derecha y el nacionalcatolicismo han ganado la batalla. Hemos vuelto a los años ’80 del siglo pasado. Las españolas volverán a tener que viajar al extranjero para interrumpir la gestación.” (De Soledad Murillo, responsable de las políticas de género durante el gobierno de Zapatero, que amplió el derecho al aborto, ante las fuertes restricciones impulsadas por el Partido Popular de Rajoy.)

jueves, 19 de diciembre de 2013

Argentina: ¿un callejón sin salida?

Algunos acontecimientos de estas últimas semanas nos muestran una angustiosa cara de la realidad argentina, causan desazón y parecen convocar a “bajar los brazos”. Dos imágenes –tal vez- nos ilustren sobre el sentido de lo dicho.

Una primera imagen se la vio, con matices, en todos los medios de comunicación y en los más diversos y lejanos escenarios de la geografía nacional. Allí se mostraba a un grupo de ciudadanos con palos y fierros custodiando algún negocio y una o más personas armadas dispuestas a defenderlo, a como dé lugar. El impreciso número de muertos y heridos prueba que así lo hicieron.

La otra imagen proviene de un bochornoso hecho político.El lunes pasado la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires votó una condonación de la deuda reclamada a Cristóbal López, el conocido empresario del juego. La deuda, que ronda los 2 mil millones, no sería reclamada. A cambio el Gobierno de la Ciudad recibiría unos 300 millones anuales.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Cuándo se jodió Europa?

Emir Sader

Al inicio de la obra prima de Vargas Llosa, Conversaciones en la Catedral, un peruano pregunta al amigo: ¿Y cuándo se jodió el Perú? Dan por sentado que Perú se jodió, que está jodido. Se trata de saber desde cuándo, a partir de cuándo, para intentar entender el por qué y el para quiénes.

Hoy se da por sentado que Europa está jodida, que se jodió. Hay distintos diagnósticos. Unos, que se debe a la pereza de los del Sur, que el aire mediterráneo y la siesta los hizo vivir por encima de sus posibilidades (eso que hemos oído tanto, hace tiempo ya en América Latina). Otros, por la rigidez del Banco Central de Alemania, que domina la troika y se impone a las otras económicas. Las medicinas se diferencian un poco, pero al fin y al cabo, amargas todas. Porque todos aceptan que Europa se jodió. Lo cual es un fenómeno de inmensas dimensiones, representa un retroceso de dimensiones civilizatorias, porque el Estado de bienestar social europeo fue una construcción solidaria que se había vuelto referencia a escala mundial. Terminar con él implica así un retorno a tempos de exclusión social y abandono que Europa había dejado atrás.

martes, 17 de diciembre de 2013

No lo veo, no lo creo

Por Nidia Marcero

La invisibilidad de la violencia de género consiste en negarse deliberadamente a registrar este fenómeno como un problema social y pretender limitarlo a la esfera de lo privado. Hay una invisibilidad individual que tiene por sujeto a la propia víctima y se nutre por la circunstancia de intimidad en que acontecen estos hechos que son silenciados por múltiples razones y no “porque a las mujeres les gusta que les peguen”. Muchas mujeres no han aprehendido sus derechos de modo de registrar el maltrato como una violación a los mismos. En este consentimiento silencioso es determinante el miedo que se apodera de las víctimas –inconmensurable para quienes no lo hemos padecido–, alimentado por las amenazas cotidianas del agresor; el temor a que la exposición provoque reacciones de escepticismo o de más violencia; el descrédito ante la falta de respuesta institucional y la resignación ante lo que se considera un designio inherente al género.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Un cadáver oculto en el cerebro

Por Patricia Peiró

Pilar Cebrián, desapareció en abril de 2012 en Ricla, una localidad zaragozana. Su marido, Antonio Losilla, tardó casi un mes en denunciarlo, demasiado tiempo para un esposo preocupado. La policía comenzó la investigación porque intuyó un posible homicidio. Los restos de sangre hallados en el garaje del domicilio familiar acentuaron la sombra que se cernía sobre el marido. Losilla ha sido siempre el único sospechoso para la policía. El asunto parecía resuelto cuando unos agricultores encontraron una cabeza y un brazo semienterrados en un pueblo vecino. El juez ordenó el ingreso de Losilla en prisión. Pero las pruebas forenses demostraron que se trataba de otra víctima. La búsqueda de Pilar permitió encontrar el cadáver de otra mujer. Aun así, el juez decidió mantener a Losilla en la cárcel. El caso se complicaba.

El doctor José Ramón Valdizán, que se jubiló tras ser jefe del servicio de neurofisiología del hospital zaragozano Miguel Servet durante 21 años, seguía con atención a través de la prensa los avances del caso. Pero, lejos de anclarse como un mero espectador, pensó que podía hacer algo más. Desde hacía meses le rondaba la idea de aplicar al campo policial la máquina capaz de rastrear el cerebro que él utilizó cada día durante dos décadas para tratar casos de autismo o de déficit de atención en niños. “Hay una señora desaparecida y yo puedo tener una herramienta con la que ayudar a encontrarla”, se dijo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Sentarse a esperar dejó de ser una opción

Por Martín Rodríguez Yebra

Durante dos años, Mariano Rajoy enfrentó el creciente desafío de los independentistas catalanes con la receta de un médico al que le llevan un chico resfriado: ya se les va a pasar. 

Pero el tiempo no trajo soluciones. El plebiscito soberanista convocado por Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, colocó al gobierno de España ante uno de los desafíos políticos más delicados desde que el país vive en democracia.

Rajoy reaccionó ante el pacto nacionalista con el argumento blindado al que apeló desde la primera vez que Mas agitó la bandera del "derecho a decidir": la Constitución impide un plebiscito de autodeterminación y no hay nada que discutir.

El inconveniente es que la crisis llegó a un punto en el que la letra de la ley se presume insuficiente. ¿Puede contener sin ceder en nada el fervor separatista que expresaron millones de personas en las manifestaciones de los últimos años por el Día de Cataluña? ¿Es posible evitar un conflicto social serio sin un plan para "reconquistar" a una sociedad desencantada que les entregó a los partidos nacionalistas casi el 65% de las bancas del parlamento regional? ¿Alcanzará esa postura para no desanimar a los millones de catalanes que quieren seguir dentro de España? "La sociedad catalana, según todos los datos disponibles, sólo coincide en el deseo de un encaje político en España distinto del actual", sostiene el sociólogo José Juan Toharia, director de la consultora Metroscopia.

Abrazo

En homenaje a las veces que lloré mirando Gorilas en la niebla, va el abrazo de despedida de la chimpancé Wounda con la científica que la salvó, fundadora del instituto Jane Goodall -dedicado a la investigación y conservación de primates en sus hábitat naturales-, momentos antes de ser liberada en la selva. La chimpancé fue encontrada casi al borde de la muerte, por personal del instituto cuando era una huérfana cría en las selvas del Congo.

             

domingo, 8 de diciembre de 2013

Un lugar en el mundo

Por Juan José Millás

En la foto, la presidenta de un país para el que el malestar constituye una forma de rutina. Un país en el que las crisis se suceden con la naturalidad con la que los martes ocurren tras los lunes o los miércoles tras los martes; con el automatismo con el que enero precede a febrero, o febrero a marzo; con el vicio del que enciende un cigarrillo detrás de otro, aunque con cada uno de ellos se jura que lo va a dejar. Argentina también va a dejar la crisis un día de estos, ¿qué se creen? Lo que pasa es que tiene que encontrar el momento para hacerlo de forma limpia, a pelo, sin parches de nicotina ni sesiones de acupuntura o hipnotismo. Lo importante es colocar la cabeza en esa dirección, autoconvencerse de que la crisis continuada es perjudicial para la salud, de que la crisis mata.

Y para eso está ella (ELLA) ahí. Obsérvenla en su primera comparecencia pública tras una operación de la cabeza. ¿Reapareció en un programa infantil?, se preguntarán. ¿Quiso dirigirse en primer lugar a los niños porque ellos encarnan (no siempre) el porvenir? Nada de eso. Se presentó de este modo, con dos peluches, uno de ellos vivo, ante el público adulto y estuvo siete minutos diciendo necedades. Era martes, creo, pero habría uno deseado que fuera jueves, para romper esta rutina infernal en la que todo, excepto la sucesión de los días de la semana, es puro desgobierno. Queridos compatriotas, ya estoy bien de la cabeza y me han regalado este perrito. ¿Pero es que no queda, ‘dita’ sea, un lugar en el mundo donde los gobernantes conserven la cordura?